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En el año 2011 estallaba la crisis de la E-coli. Alemania acusó a los productores de pepino españoles de ser el origen de la mortífera bacteria y Europa y Rusia bloquearon las exportaciones de productos frescos españoles, desatando una cadena de pérdidas para los agricultores y empresas de la Costa granadina.
En el marco del frente de defensa de los productos españoles, Nicolás Chica, histórico secretario general de UPA Granada, protagonizó una original campaña publicitaria en la que posaba desnudo para reivindicar la naturalidad de las producciones nacionales. La repercusión que logró fue un bombazo. Nicolás Chica Escanes, su hijo, era por entonces un preadolescente que se moría de vergüenza cuando sus amigos le decían que habían visto a su padre en pelotas en un cartel de autobús o librando cualquiera de sus batallas, ya fuera arrojando tomates a las puertas de hipermercados para denunciar los bajos precios o liándola a las puertas de la Subdelegación. Sin embargo hoy, con su perspectiva de adulto de 27 años, Nicolás Chica Escanes no puede estar más orgulloso de la labor de su padre. Tanto que va a seguir sus pasos y el próximo 28 de mayo, en el congreso provincial de la Unión de Pequeños Agricultores, tomará el relevo al frente de la secretaría general que ha ocupado durante 21 años su progenitor.
Una sucesión atípica que admite que se han pensado mucho, por el pudor del qué dirán, ya que UPA no es precisamente una monarquía, pero que cuenta con el aval de los órganos de gobierno de UPA tanto a nivel provincial como regional y de los 700 afiliados granadinos de la organización. Todos están convencidos de que Nicolás Chica hijo es el mejor candidato de consenso para liderar la organización en los próximos años. Por su experiencia profesional y sus ganas, pero también porque ha tenido al mejor ejemplo en casa y ha 'mamado' la lucha por la defensa del campo granadino. Nicolás padre llegó a UPA en 2004. Venía de ser concejal del PSOE en Chauchina, Su padre, agricultor, fue el alcalde del pueblo. Y ahí el joven Nicolás libró sus primeras batallas, contra las obras del aeropuerto o las inundaciones del arroyo Salado.
«Le echamos un pulso a un Gobierno socialista y aquello no sentó bien... Los que te echan siempre son los tuyos», recuerda Chica, que vio coartada su expectativa de hacer carrera política. Hoy está convencido de que fue lo mejor que le pudo pasar. Terminó su carrera de Relaciones Laborales, abrió gestorías, se sacó unas oposiciones de la Junta, donde tiene su plaza en el servicio de Agricultura... En el año 2004 se embarcó en otra batalla, liderando protestas contra la inclusión de los agricultores en el Régimen General y desde UGT vieron claro que era la persona idónea para estar al frente de la organización agraria que forma parte de la estructura del sindicato. «Nunca he mirado colores políticos a la hora de reivindicar y esa es la credibilidad que tenemos y la confianza que ofrecemos . El afiliado de UPA sabe que aquí no hay pasteleo en las negociaciones, siempre vamos a defender sus intereses y ese es el principal logro de estos 21 años», cuenta Nicolás, que también es gerente de la cooperativa Agroláchar y tiene negocios hosteleros.
Además, está satisfecho del salto que ha dado UPA en servicios, con los mejores profesionales al frente de despachos laborales y fiscales para ayudar a sus afiliados. «La gente no se afilia por ideología, se afilia porque quiere contraprestaciones a la cuota que pagan y eso requiere servicios rápidos, profesionales y que le solucionen sus problemas ante la burocratización severa que impone la UE», añade Chica.
Ahora dice que se le ha encendido el semáforo y que ha llegado la hora de apostar por el relevo generacional que tanto defienden para el campo. A él le toca disfrutar de sus hijos, de su mujer, viajar... y cumplir asignaturas pendientes. Va a aprender a bailar sevillanas y dar conciertos como DJ. «La crisis de los 60», se ríe su hijo Nicolás, de 27 años, abogado de profesión y con experiencia en la gestión de una comunidad de regantes de Sevilla.
Nico hijo compatibilizará la secretaría de UPA con su trabajo como especialista en fiscal en el despacho de abogados Simpathy for the Lawyer. También ha entrado en la ejecutiva regional de UPA como secretario general de Juventud y Relevo generacional. Chica Escanes cuenta además con el aval de la comisión ejecutiva de UPA Granada, que conjugará juventud y experiencia, ya que se mantendrán todos sus actuales miembros.
«Me mueve la estima que le tengo a la organización, y el compromiso de luchar ante los retos mayúsculos que tiene que el sector, entre ellos el cambio climático», comenta Chica Escanes. Promete, además, cuidar el legado de su padre «que ha fortalecido UPA» y atesora los tres consejos que le ha dado: ser humilde, buena persona y por encima de todo, saber escuchar. «No quiero ver pueblos vacíos, quiero que de la agricultura se pueda vivir y por ello voy a luchar», concluye Nicolás hijo. Le sobran ganas y a la vez pesan el apellido y la responsabilidad: «Mi padre ha dejado el listón muy alto».
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