«Le haría un 'restyling' a las sombrillas de playa»

–¿La moda en verano no se toma vacaciones?

–En realidad es que nunca cojo vacaciones, solo que me voy adaptando según los planes familiares y sociales. Voy cogiendo días sueltos, pero lo que son vacaciones, vacaciones… No sé lo que es eso. Y además, viviendo donde vivo, tampoco las necesito.

–Almuñécar es pues tu lugar de vacaciones, trabajo y 'vacaciones' a la vez, ¿se puede?

–Sí, soy una máquina combinando trabajo con eventos sociales (risas). Almuñécar lo exprimo a tope en verano. También es verdad que en verano no me gusta viajar, está todo a tope, lleno, más caro… Prefiero septiembre o mayo para viajar. Tengo esa libertad y me organizo para otras cosas.

–¿Cómo se organiza para disfrutar y para trabajar?

–Ahorrando energía de todo el tiempo que puedo. Básicamente primero me voy a la oficina y hago todo lo que tenga que hacer, rollo ordenador, mails, proveedores y tal. Y luego por las tardes sí que me dedico más a tareas de taller, tanto en Almuñécar como en Málaga, que es donde yo tengo mis talleres de confianza con los que trabajo. Al final paso muchísimas horas en el coche. Algún día que otro voy a pasar la tarde con mi hija en la playa. El fin de semana sí que intento desconectar. Entre semana trabajo porque además como he puesto la 'pop up store' (tienda temporal), que llevo poniendo ya seis veranos, pues en realidad si estoy en la playa o en otro sitio estoy intranquila y necesito estar en la tienda porque además, me encanta estar ahí.

–¿Le gusta la playa?

–La playa me encanta. Esto no lo digo porque soy de Almuñécar, pero nosotros tenemos un paisaje, tanto de playa como por la orografía, que es envidiable. Además este año he aprovechado para navegar más. Tenemos desde hace poco una moto de agua y la he cogido un montón los fines de semana. He disfrutado mucho de nuestro paisaje desde el mar. Es gratificante, es una pasada. He estado por ejemplo en la Costa Amalfitana, en Capri, y no tiene nada que envidiarle. Nosotros tenemos también ahí un tesoro y un paraíso brutal y a veces muy virgen. En la zona de Cerro Gordo, por ejemplo, hay calas pequeñas en las que no hay nadie que son espectaculares.

–Mejor no lo decimos muy alto para que no se enteren…

–Sí, sí, mejor que sea nuestro secreto (risas)... A mí me encanta también publicar en mis redes sociales cosas de Almuñécar y este verano, con mi amiga Lucía, nos hemos planteado una especie de reto en el que vamos a publicando sitios que la gente casi no sabe que existen y hacemos creer que estamos en otro sitio. Hay sitios tan vírgenes que a veces no sé si es mejor publicarlo o dejarlo así para que siga siendo virgen.

–¿Es de chanclas en verano?

–Sí, sí, hay unas chanclas que no me he quitado este verano. Hasta he salido con ellas.

–¿Y qué prenda o tejido le gusta usar en verano?

–Me gusta muchísimo el lino, porque es muy ligero. Me encantan las camisas de lino, me las pongo mogollón, incluso aunque sean de manga larga. Las llevo a la playa también. Es un look que me sirve para ir a pasear, a la tienda… Puedo ir a la playa y luego a trabajar directamente, por eso me gusta ese look. Y como diseño bolsos, suelo llevar uno. Los míos, que son llamativos y grandes y me cabe todo lo que necesito para un día. Son todoterreno y además llevo un toque moda.

–¿Con la ropa de baño no se ha atrevido aún?

–No, no, y me encantaría. He hecho algo alguna vez, pero no he sacado ninguna producción nunca. Lo que pasa es que se trabaja con talleres específicos para ello y mis talleres de confianza no tienen esa maquinaría específica. Tendría que proyectarlo y buscarlo. Como digo, me encantaría, pero es algo que todavía no he hecho. Lo haré, seguramente.

–¿Bikini o de bañador?

–Bikini, con braguita brasileña y triángulo. Antes las braguitas brasileñas no me las ponía, pero ahora las uso mucho.

–¿Cuál es tu playa favorita de Almuñécar?

–Tengo varias... A mí me flipa el Tesorillo. Me gusta mucho pero sobre todo por los recuerdos de pequeña y por el tipo de arena de chino pequeño. Aunque no la practico mucho porque al final vamos muchísimo a La Herradura, que ahora mismo es la que más frecuento. La que más 'cuqui' me parece es la de Curumbico. Y este año se ha puesto muy de moda también la del Eucalipto (o Calabajío), porque han puesto un chiringuito al que hemos ido varias veces. Lo único que pasa es que yo lo de la arena fina no lo llevo bien y esta la tiene... Es verdad que mola, pero me molesta llevarme la arena a mi casa. Se te mete en el bolso, en el móvil... No, no (risas).

–¿Le gusta el estilismo playero?

–Realmente la playa no es el sitio que más me gusta para ver moda, la verdad. Y, bueno, hay una cosa que me espanta, las sombrillas. ¿Por qué no hay sombrillas bonitas? Le haría un 'restyling' a las sombrillas.

–Si viajara en verano, ¿qué sitio escogería?

–Puesto tengo muchísimas ganas de ir a la costa francesa. Me encantaría. Quise haber ido en mayo. Para mí es de esos sitios bastante inspiradores. Igual que la costa Amalfitana, que estuve el año pasado. De ahí nació la idea de mi tienda de este año de verano, en Capri. El color (rosa) no, el color ha sido ya como un toque mío, que no tiene nada que ver con Barbie, por cierto. La gente piensa que la puso rosa por Barbie pero estaba diseñada ya antes. Pero realmente, si tú quitas el rosa, el look de la tienda es puro Capri, con eso tolditos pequeños. Yo tenía una colección que no salió en primavera y saldrá ahora en septiembre que era rosa y negra. Entonces puse la tienda rosa precisamente para poder poner dentro los artículos rosa. Después llegó lo de Barbie y ya todo el mundo cree que le puso así por Barbie, pero bueno, no pasa nada, nos ha venido genial. Ahora todo el mundo se hace una foto ahí. Dicen: '¡Vamos, mira, la tienda de Barbie!' (risas).