Granada estrena horarios: «Salimos a las tres y hasta las once no nos metemos en casa»

Cada vez que la Junta de Andalucía abre la mano con las restricciones, los granadinos responden llenando los bares y esta vez no ha sido una excepción. Tras nueve semanas con el horario de cierre limitado a las seis de la tarde, los granadinos se han echado a la calle en un viernes con aspecto de jornada festiva en el que la hostelería ha vuelto a mantener abiertas las puertas hasta las diez y media de la noche.

Tanto las calles comerciales como las terrazas de bares, pubs y las cafeterías han registrado una continua afluencia de público. El 'tardeo' y las copas han animado el centro y lo han llenado de grupos de jóvenes.

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«Se echaba mucho de menos el copeo», comenta Paola, estudiante de Pedagogía de la UGR, sentada en una de las terrazas de Ganivet con sus amigas Jasmyna y Alba, estudiantes de Turismo y Educación Primaria. «Somos compañeras de piso, no es que no nos veamos, pero estábamos deseando salir. Hoy hasta que el cuerpo aguante», señalan entre risas.

También el entorno de la catedral, la plaza Alonso Cano o la calle Pedro Antonio han dejado esta tarde imágenes de terrazas llenas y grupos de amigos con muchas ganas de verse.

«En Francia está todo cerrado así que aquí estamos encantados con un poquito más de apertura. Nos encanta Granada. Salimos a las tres después de las clases y hoy hasta las once no volvemos a casa», explica en perfecto español Zoe, estudiante francesa de la UGR, sentada con sus amigos también franceses en un pub de la Catedral.

Tanto el comercio como la hostelería han celebrado la ampliación de horarios, que les da un balón de oxígeno después de meses en los que no han tenido margen de rentabilidad. Especialmente contentos están los propietarios de los pubs, que han recuperado el tardeo y a los empleados de los ERTE «La gente se está dando abrazos como si no se hubiera visto en un año, hay mucha alegría y muchas ganas de salir a disfrutar, estamos muy contentos de recuperar plantillas y poder volver a trabajar», comenta Pablo Rivas, gerente de locales de ocio de Ganivet.

Lo están haciendo, eso sí, bajo una fuerte vigilancia policial. La presencia de agentes de la Policía Local está siendo continua en calles como Ganivet, para evitar aglomeraciones y vigilar el cumplimiento de las normas.

«Estamos acostumbrados a la presencia policial y nos parece muy bien que se mantengan todo el tiempo en lugar de venir solo un rato», concluye el empresario.