Salvan a un perro que se ahorcaba con su correa tras caer por un balcón en Granada

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La intervención tuvo lugar a primera hora de la mañana, en torno a las 9.30 horas, cuando el Parque Sur de Bomberos recibió el aviso. «Nos entra una llamada que dice que un perro está ahorcándose con su propia correa en un balcón a la altura de un primer piso», relata Juan Jesús Barquero, oficial de Bomberos encargado de la operación. Él, junto a Santiago Millán, Ignacio Garrido y Fernando Pérez, se equipó se dirigió al lugar del suceso, al que acudieron un vehículo de altura y un vehículo de mando, que se adelantó para analizar la tesitura y estudiar el plan de actuación. «En ese momento, yo, que soy el oficial, junto con un bombero -Millán-, vemos a dos mujeres sosteniendo al animal por los cuartos traseros. El can está haciendo una serie de aspavientos; está sostenido por la correa y una cadena», detalla Barquero.

El oficial se alzó hasta los barrotes exteriores del balcón para, junto a las dos vecinas, evitar que el animal falleciera ahorcado. «Estas mujeres son realmente las que lo salvaron. Si no llega a ser por ellas, probablemente al perro le hubiera pasado lo peor», afirma Juan Jesús Barquero. Tras ayudarlas a bajar, Santiago Millán escaló hasta la ventana para meter de nuevo al can dentro del piso.

Los Bomberos avisaron a la Policía para acceder al domicilio y comprobar la situación en el interior. Una vez allí, concluyeron que el can se había caído por «un accidente», a juicio del oficial al mando de la operación. «Había un sofá y, detrás, la ventana, que estaba abierta. El animal se subiría al sofá y, por lo que sea, se asomó, tras lo que se precipitó hacia abajo», resuelve.

Los miembros del cuerpo de Bomberos también pudieron comprobar que había otro perro en otra habitación de la vivienda. «Los perros están en muy buenas condiciones, tenían su comida y su agua, y, además, se veían muy limpios y bien educados. El piso estaba también limpio y muy ordenado», precisa Barquero, para puntualizar que «el único detalle era que el propietario lo tenía atado dentro de casa, en el salón, pero con una cadena muy larga, de cuatro o cinco metros». Por ello, desde el organismo sostienen que «no es un caso de maltrato animal». «La Policía indagó para conocer al dueño de los perros. Si hubiéramos observado que está maltratado, hubiéramos actuado, pero no fue el caso», afirma el oficial.