Sábado, 12 de marzo 2022, 14:52
El sistema sanitario sigue en pie 730 días después. Es un milagro que se ha logrado gracias a la dedicación de unos profesionales denodados que se han entregado en cuerpo y alma para derrotar a un virus que a pesar de todo ha matado a ... más de 2.000 granadinos. IDEALhabla por la efemérides con tres personas que han estado en la gestión directa, manejando los resortes del sistema sanitario para reflexionar sobre el presente y el futuro de la asistencia hospitalaria y la atención primaria ahora que el SARS-CoV-2 ya no aprieta tanto.
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Una de estas profesionales es la directora médica del Clínico San Cecilio. Cristina Carvajal tomó posesión de su cargo apenas cuatro meses antes del estallido de la pandemia. Hoy respira echando la vista atrás viendo cómo ha regresado buena parte de la normalidad que se perdió con el coronavirus. Lo que es un alivio, dice, teniendo en cuenta el «esfuerzo» titánico que han tenido que realizar en estos meses en un hospital que es hoy más ágil. Así lo cree pese a las consecuencias «nefastas» de esta crisis, donde si tuviera que ensalzar algo es la capacidad del equipo para trabajar «todos a una». Algo que espera que no se olvide cuando el virus no sea más que un patógeno cualquiera en nuestro ecosistema biológico.
De lo que está segura es de que muchos de los cambios que ha habido en estos dos años se mantendrán. Enumera algunos como la «teleconsulta», el mejor aprovechamiento «de los espacios asistenciales» o planes como el de acompañamiento a los pacientes, hoy más racional que antes. Estos y algunos más que se han convertido ya en patrimonio de un hospital que si ha demostrado algo en la pandemia es el poder que tiene su capital humano.«Sin él, no estaríamos ahora tan bien», señala Carvajal, que insta a las administraciones a compensar este esfuerzo con más contrataciones. Más que nada, advierte, por lo que trae el futuro, en el que prevé un aumento en la «demanda sanitaria» a raíz del envejecimiento de la población.
Esto, junto a que se refuerce la investigación y saber aprovechar el conocimiento adquirido y los medios, sobre todo tecnológicos, que se han ganado durante la pandemia son, a juicio de esta médica, las asignaturas pendientes de un sistema sanitario en el que se ha acelerado un proceso de transformación importante. De eso no hay duda. Así ha sucedido en el hospital Virgen de las Nieves, según dice su director médico, Manuel Liñán. Para él, el centro con sede en la Caleta es «más flexible» después de que en la pandemia le hayan tenido que dar la vuelta «como a un calcetín» a una asistencia que ha sido tensionada como nunca antes.
En cuestión de días se vieron obligados a abrir salas covid por los ingresos que llegaban o cerrarlas por brotes. Esa capacidad de adaptarse a cualquier contingencia es lo que ha ganado el hospital, a juicio de Liñán, quien se siente completamente «admirado» por lo que han logrado los profesionales. «Todos y cada uno de ellos», destaca. Para él, la respuesta dada ha mostrado que es verdad que sacamos lo mejor de nosotros mismos en situaciones límite. Lo que no le distrae en la tarea de trabajar en una mejor «planificación» para responder de forma más protocolizada en el futuro a catástrofes como la que ha venido.
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«Hay que estar mejor preparados», defiende este director médico, que si algo ansía ya es «volver cuanto antes a la normalidad» en el hospital. Ah, bueno, y una última cosa:«Cuidar más y mejor a quienes nos cuidan», apunta Liñán, que cree que senecesita un pacto «para diseñar plantillas suficientes, pues los profesionales son el bien más preciado de nuestro sistema», defiende.
A Farid Muwaquet no le gustaría ver más las calles vacías o palacios de hielo llenos de cuerpos sin vida. Cosas que ha tenido que vivir durante la pandemia sin tiempo para reflexionar. Dos años «muy duros» en mitad de una pesadilla en la que se queda con el «compromiso» de unos compañeros a quienes agradece haber dado más de lo que tenían para que el sistema no colapsara ante un tsunami que ha dejado a la atención primaria «cansada y castigada», explica el director médico del distrito sanitario Granada-Metropolitano.
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Él mantiene hoy la ilusión por que la primaria recupere la normalidad; por volver a ser lo que siempre fue: «Prevención y promoción de la salud», señala. Hoy lamenta que durante estos meses se haya tenido que centrar en lo «urgente» dejando al margen todo lo demás. Una realidad que ha cambiado muchas cosas. Una de ellas, el modelo de accesibilidad a los centros de salud. La consulta presencial ya no es tan importante como antes. Ahora funciona un modelo mixto en el que ha ganado mucho peso la telemedicina. Aunque nadie se lo hubiera creído antes del virus, hoy un tercio de las atenciones solicitadas son telefónicas. Transformación que ha venido para quedarse, como también los nuevos perfiles profesionales que se han creado o el cambio en algunos servicios como en la atención a residencias, que se ha reforzado. De todo ello habla este directivo, que también cree que lo que ha demostrado esta pandemia es el valor incalculable que tiene el personal del SAS.
«Desde los servicios de limpieza, a los médicos. Nunca ha habido un 'no' por su parte», valora él, que está ilusionado por lo que viene. Se declara optimista, lo que no quiere decir que sea condescendiente con un futuro al que le pide más inversión y que las administraciones de verdad se crean el mantra de que «la atención primaria es el eje vertebrador del sistema sanitario», concluye.
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