Santa Adela explota: «A los políticos les dejaba mi casa una semana, a ver si aguantaban»

El enfado es mayúsculo en el barrio al conocerse que ningún plazo dado se va a cumplir al quedarse desierta la ejecución de la obra. Y lo peor es que nadie se hace responsable de lo ocurrido. «Cuando hablamos con la Junta nos dice que el culpable es el Ayuntamiento; cuando hablamos con el Ayuntamiento nos dicen que el culpable es la Junta... y así estamos, que no sabemos a quién creer mientras los vecinos sienten angustia al ver que nada avanza», explicó María del Carmen Ariza, la portavoz de los vecinos de Santa Adela.

Ella es quien convocó a los medios de comunicación para, entre otras cosas, pedirle a las administraciones que creen una mesa de trabajo. Sentándose todos juntos con ánimo constructivo, explicó la vecina, se «solucionarían todos los problemas», señaló a IDEAL. Según contó, la situación actual es una «agonía» para el vecindario. «Primero nos dijeron que supuestamente las obras empezarían en verano del año pasado; luego que si en otoño; después que si a finales de año o a principios de este. Finalmente ya están diciendo con este último retraso que hasta después de verano nada... esto no puede ser», lamentó María del Carmen Ariza, que avisó de que el enfado en el vecindario es muy grande y que no descartan volver a recuperar las pancartas que alguna vez han tenido que sacar cuando anteriormente han venido mal dadas.

Actualmente, son unas 60 familias las que están esperando las nuevas viviendas de este plan de carácter social que se puso en marcha en 2003. Se proyectaron cinco fases de actuaciones urbanísticas para remodelar integralmente un barrio lleno de infraviviendas. La etapa en cuestión pone punto final a la tercera. Está proyectado un bloque con 122 casas, donde se realojarán 60 familias, que son las que cumplen los requisitos que en su día se pusieron. El resto de viviendas se sacará a la venta en régimen de VPO. El solar donde está previsto este nuevo edificio es hoy un nido de ratas y suciedad donde se aparca sin ningún control, de cualquier forma.

Alrededor de él se encuentran las viejas viviendas de los vecinos que esperan. Estos no solo tienen que aguantar vivir junto a un solar abandonado hasta arriba de ratas, también ver cómo avanza la degradación de sus edificios. Pili es una de las vecinas que está afectada por el retraso. A la concentración llevó varias fotos en color de su salón o la habitación de su hija, que tiene 17 años y está embarazada. En ellas se ven paredes llenas de humedad. «Hasta las rodillas me llega el nivel», lamentó esta mujer, a quien le jode que su hija tenga que vivir en una vivienda en tan mal estado. «Seguro que los hijos de los políticos no viven en una casa como la mía. A todos ellos les dejaba en ella una semana, a ver si aguantaban», criticó muy enfadada. Y dijo, con nombre y apellidos, los políticos que le han engañado a ella personalmente.

Para 'esconder' las manchas de humedad, lo que hace es levantar tabiques. Se ha estado gastando un dineral, pero ya no puede hacerlo más porque además sabe que más tarde que pronto esa vivienda será demolida. Su historia es compartida por muchas otras familias. La portavoz de estos vecinos lamentó que en pleno 2023 se haya olvidado de que el de Santa Adela es un plan de carácter social. Y que estas familias no pueden quedarse atrás por muchas excusas que pongan las instituciones competentes.