Los 'secretos' del Fardes
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Junto al Molinillo, entre umbrías de densas arboledas, dos arroyos dan vida al río más largo de Granada12 rutas en Navidad ·
Junto al Molinillo, entre umbrías de densas arboledas, dos arroyos dan vida al río más largo de GranadaAún quedan hojas rojas y amarillas entre las ramas de los bosques de ribera que protagonizan el paisaje entre la Venta del Molinillo y Pradonegro. Álamos, fresnos, sauces y arces que delatan el paso del agua, el camino que siguen los arroyos de las sierras. Visto desde aire, es una marca de colores ocres que serpentea entre el verde oscuro y el gris de los bosques y rocas kársticas del extremo este del Parque Natural de la Sierra de Huétor. Una línea que se extiende a través de los barrancos que llegan hasta la depresión de Guadix, tiñe de color las tierras áridas del corazón de los 'badlands' y llega hasta el pantano del Negratín. Es el río Fardes, que tras unirse al Gergal en el embalse, se convierte en el Guadiana Menor, uno de los principales afluentes del Guadalquivir.
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El Fardes nace en las alamedas naturales del Molinillo, al pie de la A92, junto a los cortijos del curandero conocido como el 'santo Manuel' y las casas del núcleo rural del Molinillo, donde se produce la unión de las aguas del arroyo de los Vaqueros, que bajan desde los cerros de las Mimbres, con las del arroyo de Pradonegro, que antes ha recibido el caudal de las que llaman las minas de agua de Fuente Grande, en el interior de la sierra de Huétor, muy cerca ya de la conocida área recreativa de Los Potros. Un trazado de ribera con amplias zonas de inundación en tiempos de crecidas que esconde parajes de ensueño, pequeños remansos de aguas cristalinas donde aún es posible encontrar cangrejos de río autóctonos y trucha ibérica, espacios en los que la vegetación surge entre las aguas, donde las raíces rojas de los álamos parecen guirnaldas navideñas que se extienden bajo la superficie.
El territorio comprendido entre el Molinillo y Pradonegro es un espacio desconocido a pesar de encontrarse a pie de autovía y aun paso del área recreativa más concurrida de la sierra de Huétor. Cuando el invierno solo ha comenzado, los árboles mantienen aún parte de su belleza otoñal que compite con el verdor apagado de pinos y encinas. A solo un kilómetro de Los Potros parte un carril descendente que accede hasta el arroyo de Pradonegro y continúa por el camino conocido como de la Hacienda, una antigua explotación agrícola, ganadera y maderera de la que aún se conservan, en estado ruinoso, algunas de sus edificaciones, entre ellas una vieja ermita, fuentes y abrevaderos que aprovechaban el agua del arroyo. Junto a la Hacienda, están las instalaciones del centro de cría de cangrejo y trucha de la Junta de Andalucía. El sendero sigue hasta encontrarse con el paraje del Molinillo, un lugar llano donde el agua llega a generar zonas encharcadas, el espacio donde grupos de voluntarios reconstruyeron acequias trazadas para crear hábitats de libélulas.
El agua del arroyo de Pradonegro se remansa entre los fresnos hasta que, solo unos metros más abajo, al otro lado de la antigua carretera de Guadix, continúa rápida, entre torrentes, para unirse al caudal del arroyo de los Vaqueros y dar a luz al Fardes.
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