Alumnos ejemplares

Los seis granadinos becados por la Fundación Amancio Ortega

No ha sido fácil localizar a estos brillantes estudiantes pues la Fundación no puede facilitar referencias por la protección de datos, ni tan siquiera de los centros donde cursan sus estudios. En ocasiones, ni los propios institutos lo saben, a no ser que los estudiantes lo comuniquen. Por eso hemos tenido que ir tirando del hilillo hasta completar el ovillo.

Gema, del IES Vega de Atarfe

En el caso del IES Vega de Atarfe fue la jefa de estudios, Rosario Utrilla la que se puso en contacto con IDEAL y hasta el centro atarfeño nos fuimos para conocer a su brillante alumna que el curso 2024/25 estudiará en un instituto canadiense y a su tutor Jesús Martínez, profesor de Biología y autor de la carta de recomendación en la que resaltaba su alto nivel de inglés, que le servirá a la hora de desenvolverse. También sus deseos de aprender así como su capacidad de enfrentarse a retos y resolver problemas de forma eficaz, a lo que añade valores como la responsabilidad, su respeto a todos los miembros de la comunidad educativa y su compañerismo. Gema que se muestra «superilusionada» es la mayor de dos hermanas y manifiesta que hace tres cursos conoció la existencia de estas becas y desde entonces se propuso conseguirla. Aunque tiene 10 en todas las asignaturas, muestra su preferencia por la Biología, Física y Química y entre sus aficiones cita el baile flamenco y la lectura. Su profesor la pone como «un ejemplo a seguir en este centro donde hay otros buenos alumnos».

Carlos, del IES Pedro Soto de Rojas

También fue otro profesor del IES Soto de Rojas, José Luis Abraham, quien nos comunicó que en su centro había otro alumno becado en EE.UU, Carlos Benavente, por lo que que nos dirigimos a este instituto donde fuimos recibidos amablemente por su directora Alba Martín Santaella, quien se mostró «contenta y orgullosa» de contar con este alumno, al tiempo que le desea que sea una experiencia inolvidable y única. Por su parte Carlos, nos cuenta que tuvo conocimiento de estas becas por unos amigos de su hermano mayor que se habían presentado en anteriores convocatorias. Carlos que es el menor de dos hermanos cuenta que sus padres «lo llevan regular» especialmente por el exigente requisito de no poder encontrarse es decir de agosto de este año a junio del próximo, durante el período que dura la estancia, por lo que no podrá venir ni ellos visitarle ni tan siquiera en vacaciones. Carlos que igualmente tiene matrícula de nota media nos dice que su secreto es estudiar con música y que entre sus aficiones se cuenta, desde el año pasado, ser Hermano de la Lanzada. En tanto que su tutora María José Escobedo destaca «su humildad y la madurez», en tanto que la directora valora «su implicación en clase y colaboración con sus compañeros», ya que ha formando parte del Consejo Escolar, del equipo de mediadores, y ha sido delegado o subdelegado de los cursos en los que ha estado. También calidad humana y sus ganas de aprender cosas nuevas, especialmente las matemáticas y todo lo relacionado con las TIC. Por ahora Carlos tiene pensado estudiar la doble titulación de ADE y Derecho pero reconoce que es una opción que puede cambiar tras este curo en el extranjero.

Ana, del Colegio Caja Granada

También fue a través de la directora del Colegio Caja Granada, Mercedes García, como contactamos con Ana Millán López, su brillante alumna de la ella escribió la carta de recomendación y que se convierte en la cuarta de este centro beneficiaria de este tipo de becas. En este caso, Ana que estudiará en Canadá, reconoce que siempre ha tenido ese deseo de estudiar y conocer otros países y culturas, por lo que espera «disfrutarlo al máximo de esta experiencia». Aparte de sus méritos académicos pues siempre ha intentado y lo ha conseguido conseguir una media de diez. «Mi objetivo era conseguir esta beca, desde que empecé la ESO, de la que nos habló Enrique, mi profesor de inglés». Ana cuenta con un C1 en esta lengua y se prepara para tener el

C2, pues es su asignatura favorita, junto con la Historia y las Matemáticas. La directora destaca «los valores humanos como persona en lo que también tiene un diez. Es generosa, constante, con afán de superación sin olvidar a los que la rodean y lo hace de una manera silenciosa». Entre las aficiones de Ana está la música pues desde pequeña sus padres la apuntaron a una academia con tan solo 3 ó 4 años y el regalo que por entonces pedía era una flauta. Actualmente estudia flauta travesera en el Conservatorio de Música Ángel Barrios. Afirma que la música le sirve para «desahogarse y expresarse», y que también le encanta leer. Agradece a sus padres y a su hermana melliza el apoyo que siempre le han dado. También a su seño Lola, profe Enrique y seño Mercedes el que le hayan preparado para vivir esta nueva aventura. Por ahora ahora, Ana tiene previsto dirigir sus pasos a los estudios de Medicina, y especializarse en Neurología.

Mara e Inés, del Colegio Monaíta

En el caso del Colegio Monaíta fueron las propias alumnas las que se pusieron en contacto a través del correo electrónico que les había facilitado la Fundación. Y hasta allí nos dirigimos en una mañana lluviosos siendo recibidos ambas y por su profesora de Historia, María José Nestares, quien nos adelantó que este curso ya tienen estudiando otra alumna en Canadá, Sara Llamas. De las dos alumnas destaca que son «muy completas y cuenta con brillante expediente académico, también sus aficiones y su gran preparación, así como su carácter solidario». Además de un expediente de diez, Mara es políglota pues habla cinco idiomas. Nacida en España de padres rumanos, habla a la perfección español y rumano, en el colegio estudia inglés y francés y desde «chiquitilla» asiste

a clases de chino. Por su parte, Inés que puede presumir también de un brillante expediente, y de tener la espinita clavada de salir a estudiar en el extranjero, lo que no quita que les pillara por sorpresa la concesión de la beca de la Fundación. Mara que al ser interrogada sobre sus preferencias se decanta por Física y Educación Fisica, en tanto que Inés señala la Historia pues le gusta «saber defender ideas». Su profesora que lleva tres décadas enseñando esta asignatura se muestra satisfecha pues conseguir que les guste es uno de sus principales objetivos. Puntualiza que estas alumnas pertenecen a la primera promoción de ESO Internacional y ahora están en el Programa de Año Intermedio que concluirán con un proyecto personal, especie de tesis en pequeño, que concluirá con una especie de Congreso en el que tendrá que defenderlo. En el caso de Inés indica que lo tiene enfocada a las recetas de cocina tradicionales en tanto que Mara a un tema de protocolo. Respecto a sus proyectos futuros Inés explica que le gustaría algo relacionado como diseño de interiores pero que tal vez realice antes Arquitectura. Mara aún no lo tiene muy claro, pero sus preferencias van por relaciones internacionales o una ingeniería.

Laura, del Conservatorio de Música 'Ángel Barrios'

Fue Mariló Bracero, madre de Laura Valdivía la que completaba esta lista de estudiantes granadinos beneficiarios de la beca de la Fundación Amancio Ortega. Lo curioso de este caso es que no ha sido su instituto el IES Laurel de la Reina el que remitiera la carta de recomendación, sino el Conservatorio Profesional de Música 'Ángel Barrios' donde Laura estudia Piano. Laura sabe que estudiará Bachillerato en EE.UU pero aún no sabe el nombre del centro ni la ciudad hasta que no le asignen la familia. Esta alumna también de matrícula reconoce que le gusta sacar buenas notas y aprender cosas nuevas, siendo su preferida el inglés, del que tiene certificado el B2, y las ciencias. Comenzó con unos seis años los estudios de piano, primero en su pueblo y luego, tras superar las pruebas en el Conservatorio. Es la más pequeña de tres hermanos y reconoce que su familia siempre le ha ayudado y cuidado. Le gusta el deporte, concretamente el voleibol. Igualmente nos cuenta que de pequeña era muy buena lectora , y que ahora ahora prefiere el manga. La carta de recomendación la escribió su profesora de piano, Rebeca García, no en vano la conoce desde que entró en el Conservatorio con 8 años -ahora tiene 15-, donde ha estudiado cuatro años de elemental más otros cuatro de profesional, en la que destacó «sobre todo su madurez, las ganas de vivir una nueva experiencia, así como su tesón, disciplina y capacidad de trabajo». La profesora que informa que este año ya hay otra alumna del Conservatorio becada por la Fundación, le agradece a su iniciativa pues «da una oportunidad a alumnos que de otra manera no podrían ir a EE.UU o Canadá, por lo que es una pena que no se conozcan más».