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La serie sísmica de Granada disminuye su intensidad pero aún no hay visos de que termine pronto

Los expertos llaman a la tranquilidad porque el descenso en los eventos sísmicos registrados ayer indica una caída muy significativa en la energía liberada

Juanjo Cerero

Granada

Martes, 2 de febrero 2021, 00:25

La serie sísmica que lleva inquietando a Granada desde el pasado sábado 23 de enero continúa mostrando actividad, aunque su intensidad disminuye con los días. Un hecho que anima a pensar en que lo peor ya ha pasado y que lo único que queda ... es tener paciencia y esperar a que los últimos estertores de este enjambre terminen por tranquilizarse del todo. Los expertos animan a ello tras constatar que los picos máximos de intensidad de los terremotos registrados en la jornada de ayer, al menos hasta el cierre de esta edición, eran significativamente menores que los registrados la semana previa, cuando se habían alcanzado los 4,4 grados en la escala de Richter. Además, la otra buena noticia es que la actividad sísmica no parece estar contagiándose a otras fallas cercanas a la que surca bajo la tierra la Vega de Granada, un hecho que podría haber presagiado una racha aún más larga y de consecuencias más difíciles de predecir.

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En concreto, hasta las cinco y media de la tarde ayer eran 65 los movimientos de tierra que había registrado en su serie oficial de datos el Instituto Geográfico Nacional (IGN). De ellos, la mayoría volvieron a tener su epicentro en el entorno de las localidades de Atarfe y Santa Fe, donde se han producido la mayor parte de los eventos de toda esta serie sísmica que ya pasa por ser la más larga y prolija de toda la historia de la provincia granadina, cuyos registros primigenios alcanzan hasta el año 1341.

Moderación en la actividad

En las últimas 24 horas, pues, el pico máximo de magnitud alcanzado volvió a ser de 3 grados en la escala de Richter, la misma cota que ya se había alcanzado la jornada previa. El diferencial con respecto a los terremotos que más se sintieron en zonas anejas como la capital es de 1,4 puntos. Esta caída, tal como explica el experto Jesús Galindo-Zaldívar, del Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, es mucho más abrupta de lo que pueda parecer a simple vista porque la escala de Richter no es lineal sino logarítmica. Esto implica que las variaciones son cada vez mayores cuanto mayor sea la intensidad; es decir, que el incremento que se produce entre un terremoto de un grado y uno de dos es mucho menor que si este se da entre uno de tres y de cuatro. Así lo explica Galindo-Zaldívar en conversación con este periódico: «Un descenso de una unidad en el orden de magnitud de la intensidad registrada supone que la energía liberada cae en torno a las diez veces». Esto supone que disminuye de manera notable el riesgo de que se vuelvan a producir eventos como los del pasado martes, cuando los temblores de la tierra echaron a la calle a multitud de vecinos de las zonas anejas al epicentro y también de la propia capital, donde algunos de los terremotos se dejaron sentir con fuerza.

El experto señala también que un número alto de fenómenos no implica mayor riesgo para la ciudadanía dado que la mayor parte de ellos, si se encuentran por debajo de los dos grados de magnitud, «son prácticamente imperceptibles para la población».

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La cifra, además, se ha ido reduciendo con respecto a los máximos alcanzados durante la jornada previa. El viernes 29 de enero pasa de momento a la historia como el día con más actividad sismográfica de la historia de Granada, con 188 eventos registrados por el IGN en apenas 24 horas, pese a que ninguno de ellos llegó a alarmar tanto a la población como los acaecidos durante jornadas anteriores. Desde entonces hasta el domingo, último día cuyos datos están ya consolidados hasta el cierre del día, la caída en el número de terremotos alcanzaba los 29,2 puntos porcentuales. También continúa la tendencia de descenso en los picos de intensidad, aunque eso todavía puede tardar un poco en bajar más.

Sin fecha para que acabe

Jesús Galindo-Zaldívar deja también claro que es difícil prever de momento cuánto podrá acabar esta serie sísmica que ha hecho por momentos contener el aliento a buena parte de los ciudadanos de la zona de la Vega de Granada. «Podría durar semanas o meses», afirma, aunque considera que a este ritmo pronto la mayor parte de los eventos pasarán a estar dentro del grupo de los imperceptibles. «No hay ninguna estimación sobre cuánto puede acabar», resume.

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La otra buena noticia, según explica el experto, es que el enjambre no parece haberse extendido a otras fallas que tocan diferentes puntos de la provincia. «La sismicidad sigue afectando a la misma zona y no hay otros lugares de la Vega que muestren una afección importante», señala a la vista de la serie de datos que va actualizando el organismo sismológico nacional. Durante estos días se han registrado fenómenos en lugares alejados de los epicentros, como ocurre en Puebla de Don Fadrique, pero este experto recuerda que ese municipio está también en un lugar de «sismicidad histórica» y que, aunque podría tener relación con esta serie por la «propagación del esfuerzo» en la liberación de energía bajo la tierra, nada apunta de momento a que haya otros lugares que vayan a mostrar una afección similar a la ya vista estos días.

Galindo-Zaldívar recordó también que «deberían dedicarse más esfuerzos científicos y técnicos» a estas labores para «conocer mejor» los fenómenos sísmicos y poder «tener mejor previsión» para que en el futuro no se vuelvan a vivir situaciones como las ocurridas en los últimos días.

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Diez días a un terremoto cada cuarto de hora

La serie sísmica a la que se enfrenta Granada desde hace más de una semana está dejando cifras de récord histórico en cuanto a número de terremotos registrados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en su serie estadística. En concreto, el organismo cifra en 1.090 los movimientos de tierra que se han producido desde el pasado sábado 23 de febrero, cuando la intensidad se elevó hasta que algunos de los terremotos fueron perceptibles por la mayoría de la población. De ellos, los días más activos fueron desde el miércoles 27 hasta el viernes 29, cuando se constataron 575 fenómenos, más de la mitad del total de la serie hasta el cierre de esta edición. Esto supone que, a falta de los datos consolidados de la tarde y noche de ayer, en Granada se ha producido un terremoto cada 13 minutos a lo largo de los últimos diez días, casi cada cuarto de hora.

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