Las máquinas trabajando para consolidar la nieve caída en Sierra Nevada durante la última DANA. Cetursa

Sierra Nevada iniciará el 30 de noviembre una temporada con buenas perspectivas empresariales

La meteorología y las mejoras del sistema para producir nieve generan optimismo de cara a una apertura adelantada y a superar los resultados de la campaña 2023/2024

Domingo, 17 de noviembre 2024, 23:50

Si las condiciones de la nieve lo permiten –la coletilla con la que está obligada Cetursa a matizar siempre cualquier fecha– la estación de esquí de Andalucía se pondrá en marcha el próximo sábado 30 de noviembre. Será la apertura más adelantado desde la temporada ... 2021/2022, cuando Sierra Nevada lograba arrancar con unos 8,5 kilómetros de pistas esquiables, en Borreguiles y El Río que firmarían para esta nueva temporada los empresarios de Sierra Nevada.

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El año pasado la nieve se hizo de rogar demasiado, el gran manto blanco y el aluvión de esquiadores no llegaron hasta pasada la Navidad y el primer tercio de la campaña no pudo ser más accidentado. No les faltó de nada: vientos huracanados, lluvia, lenguas de barro, hielo, congelación de remontes...

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Por eso desde la Asociación de Empresarios de Sierra Nevada confían en que este año el negocio no puede hacer más que remontar. Saludan la fecha de inicio de temporada que ha previsto Cetursa y cruzan los dedos confiando en que la 2024-2025 pase a la historia como una gran temporada. Las perspectivas son inmejorables, por el cambio meteorológico, después de dos años de sequía y por las mejoras en los sistemas de producción de nieve que viene implementando Sierra Nevada en los últimos años y que darán un nuevo salto con los veinte nuevos cañones de nieve producida que funcionarán esta temporada. «Las perspectivas son muy optimistas. Este año está lloviendo por lo que solo falta que acompañe la temperatura y pueda cuajar la nieve. Nosotros vamos a estar preparados, ojalá pudieramos arrancar incluso el 23 de noviembre», subraya el presidente de la Asociación de Empresarios de Sierra Nevada, Ordoño Vázquez, que cree que desde Cetursa están haciendo un trabajo «excelente» en pistas.

«En la Sierra se acentúa el problema de otros destinos turísticos para encontrar para encontrar personal cualificado»

Ordoño Vázquez

Pte. Asociación de Empresarios de Sierra Nevada

«Vamos a ver cómo evolucionan las condiciones metereológicas. Si nieva será solo pisarla, si no habrá que innivar y realizar el trabajo de pistas, lo que exige mucho más tiempo, pero tenemos una buena base, y Cetursa con poca nieve está logrando grandes resultados», incide. Llegar en buenas condiciones al puente de la Constitución-Inmaculada sería providencial para el sector. «La nieve que tenemos ahora mismo jamás la hemos tenido en los últimos años por lo que estamos cruzando los dedos para tener un buen puente. El año pasado se abrió bajo mínimos, con entre dos y cuatro kilómetros. Si pudiéramos llegar con diez kilómetros a la Constitución y con más de treinta para Navidad sería un sueño», subraya.

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De que la maquinaria de Sierra Nevada funcione a pleno rendimiento depende un negocio de 630 millones de euros, el 2,2% del PIB de la provincia y más de 7.000 empleos directos, según los datos de Cetursa.

Y por más que las perspectivas de negocio sean optimistas, desde la Asociación de Empresarios de Sierra Nevada también subrayan las dificultades que afrontan las empresas, más allá de la meteorología. Entre ellas, Vázquez destaca el problema creciente de la falta de profesionales cualificados, que es común a numerosos sectores y a otros destinos turísticos, pero que se agrava en el caso de Sierra Nevada, por las dificultades de la altura y los desplazamientos. «No encontramos profesionales, entre otras por la falta de alojamiento. Los precios en temporada son altos y no es fácil encontrar vivienda, en muchos casos la tenemos que proporcionar las empresas», esgrime.

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El vacío especialización en el sector es otro de los grandes handicaps. «Una cosa es saber ponerte un esquí y otra es ser un profesional para estar en una tienda», apunta. Además, las condiciones de trabajar en altura en la estación «queman» a los profesionales, por lo que «en muchos casos tienen fecha de caducidad, duran entre dos y cinco años y es muy difícil reemplazarlos». Texto hasta el final, que no acabe el tema con el elemento gráfico.

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