Comercios de Granada que cierran

«Si subía vídeos a redes vendía, pero no entraba nadie a la tienda física»

Cuatro años después ha asumido que tenía que echar el cierre, empujada también por un problema de salud que se agravaba con el estrés y las preocupaciones que le generaban los números de un negocio que nunca cuadraban a final de mes. «La tienda era mi sueño pero se ha truncado. Me ha costado muchísimo hacer la poca clientela que tengo y me da muchísima pena cerrarla porque me encantaba pero he tenido que asumir que no era viable, que no podía seguir así perdiendo dinero. Quizá si no hubiera tenido el problema de salud hubiese aguantado más pero el estrés era incompatible», explica la comerciante de 42 años.

Ahora mismo piensa en recuperar su salud pero no se rinde y cuando se sienta fuerte retomará el negocio, pero eso sí, con otro formato exclusivamente digital.

«Me di cuenta de que si subía vídeos enseñando la ropa o los complementos vendía, las clientas me preguntaban... pero había días que no entraba nadie por la puerta de la tienda física. Día que no subes una foto, día que ni se vende», esgrime.

Calzados y complementos Lorena es uno de los cuatrocientos comercios que han echado el cierre en la provincia en el último año. «La clave para que sobreviva el comercio es que la propia gente de los pueblos compre en sus pueblos, pero eso no lo estamos consiguiendo en Casanueva. Tengo amigas con negocios en Atarfe y Peligros y sí les va genial», lamenta Lorena.