El terremoto de Granada se produjo a niveles superficiales, clave para percibirlo

Granada tembló ayer con un terremoto de 2,9 grados que asustó a una parte importante de los vecinos de la capital y de las localidades del área metropolitana. Aunque los primeros datos que logró almacenar el programa informático del Instituto Geográfico Nacional dedujeron una profundidad de cinco kilómetros, un recálculo posterior ha descartado esta cifra para ubicarla en el cero, es decir, a un nivel superficial.

El terremoto que se produjo ayer a las 21:19 horas sucedió tan próximo a nuestros pies que no pudo sino darnos miedo, aunque no por ello justifique alarma alguna. «Al ser más superficial, el índice de gente que lo puede percibir es mucho mayor, va en función de la distancia de los puntos de población y la profundidad del seísmo», afirman desde el área de Sismología del IGN a IDEAL.

«Son terremotos habituales, nada excepcionales. Se suelen producir bastantes en Granada y se pueden percibir con facilidad por la población, así que el terremoto de ayer y su magnitud están dentro de la normalidad», aseguran desde el Instituto Geográfico Nacional. «En teoría no se pueden producir con más fuerza en la zona, pero la sismología no dice que sean imposibles sino improbables», sostienen con precaución.

Granada y su provincia es una zona de alta actividad sísmica con «más de mil terremotos a lo largo de un año, seguro», según las fuentes consultadas del IGN. Algunas recomendaciones básicas en este tipo de situaciones van desde cubrirse bajo la mesa a alejarse de muebles, ventanas y lámparas en el interior de la vivienda o de edificios, muros y postes eléctricos en el exterior.