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Pilar ha madrugado este domingo, primero de julio. A las 5 de la mañana ya está en las instalaciones del hotel restaurante Poniente dispuesta con el resto del equipo a preparar el servicio del desayuno. Todo es normal. A memos de diez metros está la gasolinera de Repsol y la A-92. «Aquí hay muchísimo tráfico de madrugada. No es precisamente una carretera desierta. Hay un montón de autobuses que circulan de noche», relata.
A las 05.45 horas la calma del amanecer se disipa en un instante. «Nos hemos asustado bastante. El ruido ha sido tremendo», explican los trabajadores de este establecimiento hotelero. «Tenemos una amplia terraza que da justo a esa parte de la A-92 donde ha ocurrido el accidente de tráfico», explican. «Lo primero que hemos sentido es un golpe tremendo. ¡Tremendo!», remarca varias veces.
Lo primero que han hecho es asomarse a la terraza para ver de dónde provenía tal ruido. «Estaba amaneciendo, así que la visión no era clara», razona. «Tras la primera colisión, que sería la del tremendo ruido que hemos escuchado, hemos visto en cadena otros dos choques entre los vehículos implicados». «Hemos sentidos todos y cada uno de los golpetazos». «Estamos a unos diez metros del lugar de la colisión y se ha escuchado perfectamente».
A partir de entonces, relata, se ha formado una caravana de coches. «Ha sido en un momento una gran acumulación de coches». Ha habido actos de noble ciudadanía asimismo. «Una persona ha parado su vehículo, se ha bajado y se ha situado con la luz de su teléfono móvil en la mediana de la autovía para tratar de que los automóviles redujeran su velocidad y pararan», explica Pilar todavía con los pelos de punta por el suceso, según comparte.
«Era entonces todo un follón», describe. «Los gritos de la gente, los coches que se detenían, los pasajeros del autobús que bajaban con sus pertenencias, las sirenas de los servicios de auxilio que comenzaban a llegar a toda velocidad…». En un momento se ha formado una hilera de vehículso de Guardia Civil, 061 y de Protección Civil. «Ha sido todo impresionante», reconoce. «Ha tenido que ser un accidente grave porque no es normal este deslpiegue, ha sido lo que pensábamos«, admite.
Al mediodía del primer domingo de julio, «seguían ahí las ambulancias, la Guardia Civil y el autobús implicado». El tráfico fue restablecido después de más de seis horas. Tras conocer que las víctimas han sido un fallecido, el conductor de uno de los vehículos implicados, y que ha habido 35 heridos entre graves y leves, reconocen que han respirado hondo pese a la desgracia. «Nos hemos asustado bastante, pensábamos que. iba a ser peor».
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Doménico Chiappe | Madrid
Carlos Valdemoros | Granada
Carlos Valdemoros | Granada
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