Siempre se ha dicho que el mejor amigo del hombre es el perro, pero yo creo que esta afirmación entra en leal competencia con el libro; estoy convencido. Mi memoria de viejo periodista aún recuerda aquella famosa pregunta habitual a cualquier personaje: ¿qué libro te ... llevarías a una isla desierta? Decir que en nuestro país se lee poco es todo un clásico, como afirmar que el teatro está en crisis, otra sentencia que vengo escuchando desde mi más tierna infancia, y ya han pasado años, muchos años. Yo no estoy de acuerdo con estos tópicos, y a las pruebas me remito. En España se editan ahora más libros que nunca, eso quiere decir que se venden, y no para adornar las estanterías. Ahora existen más premios literarios que nunca, en las bibliotecas públicas es habitual ver a gente leyendo o llevándose prestados los libros que les interesan, eso quiere decir que se lee. Que podríamos leer más, de acuerdo. Pero la realidad es que se lee, aunque no todo lo que deberíamos para nivelar la estadística. En este mundo de móviles, tablet, vídeoconsolas y portátiles, la competencia es aguerrida, pero hay que reconocer que son legión los que todavía disfrutan curioseando en una librería, o visitando los puestos de una feria del libro, tan acreditada como la nuestra, que se supera edición tras edición.

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LA IMPRENTA

Hoy que celebramos el día del libro, reconozcamos que vamos por el buen camino. Que seguimos los pasos adecuadamente, desde que Juan de Gütenberg inventó la imprenta allá por 1450, dejando su profesión de orfebre y tallador de piedras preciosas, para dedicarse a editar libros por primera vez en la historia, empezando por la Biblia. Hasta entonces, los libros eran difundidos a través de las copias manuscritas de monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y, a la copia de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles. A pesar de lo que se cree, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos gráficos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental en el caso de las copias de libros prohibidos que hablasen de medicina interna.

Las ilustraciones y las mayúsculas eran producto decorativo y artístico del propio copista, que decoraba cada ejemplar que realizaba según su gusto o visión. Cada uno de estos trabajos podía requerir hasta diez años dependiendo de la extensión del manuscrito o libro. En vez de utilizar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban fácilmente con el uso y exigían arduo trabajo de muchos artesanos, Gütenberg confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros tipos móviles. Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras y signos para que coincidiesen todos, en total más de 150 tipos, imitando perfectamente la escritura de un manuscrito. Y gracias a él, nació el libro, que no ha sido desbancado ni por el ebook. Esto es como los periódicos en papel, que llevan años diciendo que desaparecen, pero resisten numantinamente.

DÍA DEL LIBRO

Hoy es el Día Internacional del Libro, una conmemoración celebrada cada 23 de abril a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Desde 1988 es una celebración internacional promovida por la Unesco. Se trata de un día simbólico para la literatura mundial, ya que ese día, en 1616, fallecieron Cervantes, Garcilaso de la Vega y Shakespeare (Cervantes en realidad murió el 22, pero fue enterrado el 23, y en cuanto a Shakespeare, ese 23 de abril corresponde al calendario juliano, vigente aún en la Inglaterra isabelina). La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes, como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla, Manuel Mejía Vallejo y William Wordsworth. El Día Internacional del Libro se creó en honor a estos autores fallecidos. Fue natural que la Conferencia General de la Unesco, celebrada en París en 1995, decidiera rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irreemplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad. Respecto a este tema, la Unesco creó el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, así como el Premio Unesco de Literatura Infantil y Juvenil Por la Tolerancia.

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NUESTRA FERIA

De todas las ferias del libro que se celebran en la piel de toro, la de Granada ya cuenta con una experiencia y bagaje al más alto nivel, y lo que es mejor, no solo con la presentación de nuevos ejemplares, sino con la presencia de primeras plumas, que engrandecen la trayectoria de más de cuarenta años, apostando por el libro e incitando a la lectura. A lo que hay que añadir una programación de actividades paralelas de lo más interesante, que se irradia a la provincia. El pregón del pintor Juan Vida, cuya trayectoria en las artes plásticas, discurre paralela a su amistad estrecha con escritores y poetas, que le han llevado en ocasiones a dejar los pinceles para escribir, y muy bien, es un ejemplo del alto nivel de nuestra feria, junto con el cartel de Adriá Marqués, en un acontecimiento que este año, rinde tributo a las ilustraciones en los libros y las artes gráficas. Mención aparte merece la presentación del Defensor del Ciudadano, Manuel Martín, que con su obra, 'Que el corazón no se pase de moda', nos habla del amor en toda su dimensión. ¡Granaínos, visitad nuestra Feria del Libro!

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