Paco Cuenca

«Ahora me toca dar un paso al lado de la secretaría general de la capital»

–El PSOE vive nuevos tiempos en Andalucía y Granada, ¿cómo ve el proceso de renovación?

–Sigue la lógica de un nuevo tiempo social. Es un contexto de incertidumbre y el PSOE está demostrando criterio, que nos duele la gente. Pienso en Andalucía porque en España todos los datos que tenemos, no solo económicos sino de respaldo a quienes lo necesitan, revelan el buen trabajo. Aquí, sin embargo, no es así. Me ha parado antes un hombre que me ha contado que lleva cinco meses esperando para un bultito en la espalda. No sabemos si a Moreno Bonilla le duele, pero a nosotros sí y esta renovación se está haciendo con el objetivo de mejorar la vida de la gente.

–Salió de Armilla como portavoz y coordinador de Cultura, ¿le motiva?

–Me ha generado una enorme responsabilidad y orgullo a nivel personal, pero también como granadino. María Jesús Montero ha decidido que haya gente en el cuadro que sea de Granada. No solo por experiencia, también porque permite trasladar cuestiones del territorio y esa es mi responsabilidad, ponerle cara a las demandas.

–Sonó para la secretaría provincial. ¿Se lo pensó?

–Entrena, que ha hecho una gran tarea que le ha venido muy bien a Granada, dijo que no iba a continuar. Desde ese momento muchos militantes me trasladaron que podía reunir un perfil, una experiencia, una capacidad de gestión. Hablé con mucha gente, también con compañeros que entendíamos que podíamos estar en liza. A partir de ahí, de forma casi unánime, convenimos que el mejor líder que puede tener esta provincia es Pedro Fernández.

–¿Qué puede aportar Pedro Fernández al provincial?

–Es un hombre de proyección, con visión a medio y largo plazo. Hace falta mejorar, dotar, seguir creciendo y creo que él trae ambición a una provincia que tiene el reto de ser un espacio de desarrollo productivo muy potente en cuanto a la ciencia y también un lugar con justicia territorial.

–¿Estará con él en su ejecutiva?

–A su lado siempre. En la ejecutiva no tiene por qué. Estoy en la regional como portavoz, pero a su lado siempre. Todos los militantes de Granada estamos con él. Me consta que, como municipalista que es, se va a rodear de gente del territorio para construir un proyecto que devuelva la voz a los municipios pequeños a los que el PP está negando el pan y la sal.

–Ahora toca la capital. ¿Repetirá al frente de la agrupación?

–Creo que ahora me toca dar un paso al lado. Estoy muy orgulloso del trabajo que se ha hecho. Llegué al Ayuntamiento en 2011, con Chema Rueda en la dirección, y tomé el testigo después. Eso ha permitido cumplir objetivos, demostrar a la gente que había una alternativa a la Granada en blanco y negro del PP, que está volviendo ahora, por cierto. He estado seis años al frente a nivel orgánico y ahora creo que hay que activar proyectos contando con la gente magnífica que hay en la agrupación.

–Dice adiós a la secretaría local, ¿también al liderazgo de una futura candidatura a la alcaldía?

–Me pongo a un lado como secretario general y vendrán otros procesos en el futuro para ver quién sigue siendo candidato o candidata. Llegará ese momento y será el partido el que determine qué opción es la mejor para volver a recuperar el gobierno de la ciudad.

–Cuatro elecciones seguidas mejorando resultados. Dos alcaldías. ¿Está orgulloso de su legado?

–Entré en 2011 como portavoz con un secretario general, Chema Rueda, y fuimos capaces de amoldar visiones desde la unidad. En 2016 entramos a gobernar y demostramos que había una alternativa al PP. En 2019 ganamos las elecciones, que hacía 32 años que el PSOE no lo conseguía, y eso me lo llevo a gala. Como secretario general de la capital, me siento orgulloso de un partido que ha contribuido a la transformación de la ciudad. No había trenes. No había metro. El Arqueológico estaba cerrado. El legado Lorca estaba en Madrid. Hicimos un pacto de alcaldes porque la capital y la provincia se necesitan. Me siento orgulloso de eso, del prestigio. El día de las Fuerzas Armadas, la cumbre de Jefes de Estado, los Goya... Estoy orgulloso de todo ese trabajo, pero también de la unidad y la fortaleza de la agrupación. Ese es el mensaje que necesita ahora la afiliación de Granada.

–¿Le queda alguna espina?

–No haber podido tener cuatro años más para poder desarrollar nuestros pilares. El PP ha metido en un cajón la ciudad de la ciencia, la visión cultural dinámica y de calle, más underground y moderna. Esa es la espina.

–¿Se ha sentido respaldado?

–En todo momento. Estar respaldado significa a veces tener debates intensos internos, pero invito a todos a que miren cuál era el plan de trabajo de la ejecutiva local y su reflejo en la ciudad en mi etapa como alcalde. Sí, he tenido el respaldo aquí, a nivel regional y federal. Incluso cuando he tenido que opinar sobre cuestiones en defensa de Granada.