Tres detenidos por un secuestro exprés en Granada con cerca de 400.000 euros de botín

Todo empezó el pasado otoño, cuando la víctima del secuestro presuntamente acudió en busca de un sicario para darle un susto a su expareja. Lo encontró y le pidieron una cantidad de dinero para ejecutar la supuesta amenaza que pretendía verter contra su expareja. Pasaron los días, las semanas e incluso los meses sin que el supuesto sicario hiciera absolutamente nada. El contratado se gastó el dinero sin hacer su trabajo. No se sabe ni cómo ni por qué, pero este hombre, la víctima del secuestro, se convirtió en objetivo de personas que sabían perfectamente que disponía de dinero e incluso debían saber dónde lo escondía.

La víctima, un granadino de clase media alta procedente del mundo de las finanzas, fue abordado en una calle de la capital granadina por tres individuos que iban disfrazados de guardias civiles, llevaban su placa, arma y chaleco identificativo. Lo metieron en un vehículo amenazándolo, le taparon la cabeza y pusieron rumbo al municipio de Motril. En todo momento se hacían pasar por agentes del instituto armado, aunque de forma falsa.

Llegados a Motril, acudieron a la vivienda de un familiar de la víctima y se presentaron como agentes que iban a efectuar un registro de la vivienda; querían que estuviera presente el supuesto arrestado. El familiar de la víctima se tragó todo el montaje, incluida la incautación de casi 400.000 euros que se llevaron los secuestradores de este individuo de la vivienda de Motril. Y como quien no quiere la cosa, los falsos guardias civiles y el falso arrestado, que realmente estaba secuestrado, abandonaron la vivienda, volvieron al coche y pusieron rumbo a la capital granadina. Después de recorrer los cuarenta minutos de distancia entre la capital costera y la ciudad de Granada, la víctima del secuestro exprés fue abandonado en una calle de la capital granadina y sus secuestradores huyeron. Ahí terminó esta película real, que como suele pasar en determinadas ocasiones, supera con creces a la ficción.

La víctima presentó la pertinente denuncia en Policía Nacional, pero apenas pudo aportar datos de los secuestradores, salvo sus características físicas. A partir de ahí, los investigadores comenzaron un trabajo de 'chinos' para tratar de encontrar una aguja en un pajar. Hicieron vigilancias en la vivienda de donde robaron los casi 400.000 euros, buscaron en el entorno de la víctima para ver si se conseguía alguna pista, pasaron enfrascados en el caso meses buscando alguna pista, hasta que un día recibieron la noticia de un coche quemado, que respondía a las características del utilizado en el secuestro. Ahí hubo un punto de inflexión en la investigación que permitió poco a poco a ir hilvanando quiénes presuntamente estaban detrás de este secuestro exprés. Los investigadores de Policía Nacional encargados del caso comenzaron a ir recopilando pistas que le permitieron localizar el pasado mes de marzo a cuatro personas presuntamente implicadas en el secuestro exprés de la víctima. Fuentes policiales apuntan a que tienen edades comprendidas entre los 33 y 38 años: de ellos tres hay arrestados por un delito de detención ilegal o secuestro y un cuarto está investigado no detenido.

Hay más. La víctima del secuestro también fue detenido pero por un asunto de violencia de género después de que los agentes descubrieran que había intentado pagar a un sicario para mandarle algún tipo de amenaza a su expareja sentimental. La juez de violencia de género le dictó una orden de alejamiento respecto a su expareja.

Todos los detenidos quedaron en libertad con cargos después de pasar a disposición judicial y según las fuentes del ámbito judicial consultadas están pendientes de volver a sede judicial para prestar declaración en el juzgado que lleva el caso y para la práctica de otras pruebas.

El dinero no ha podido ser recuperado, de momento, pero por lo menos la investigación de Policía Nacional se ha cerrado con los detenidos después de más de ocho meses de trabajo y de un trabajo muy fino, que ha permitido dar con el paradero de los presuntos secuestradores.