
Mientras avanzan los trámites administrativos del consorcio, el Ciemat trabaja ya en los contratos para construir los tres primeros instrumentos científicos relacionados con el acelerador de partículas. Cada uno de ellos supondrá una inversión de entre uno y dos millones de euros, estarán al servicio de la comunidad científica –avance o no el proyecto Ifmif-Dones– y servirán para comprobar los diseños teóricos de algunas de las piezas clave de la infraestructura. Estos prototipos son un avance del tubo de alrededor de 80 metros por el que correrán los neutrones para luego impactar con los materiales que se someterán a pruebas de resistencia para determinar cuál es el idóneo para albergar las reacciones de fusión de las que esperan obtener la energía comercial del futuro.
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1. Módulo de irradiación
El acelerador de partículas proyectado en Escúzar no empezará a trabajar a pleno rendimiento desde el primer minuto. En las fases iniciales de la puesta en marcha, los científicos no irradiarán neutrones —la partícula del átomo, unidad mínima de materia, que no tiene carga eléctrica— a máxima potencia, sino que emplearán un módulo de arranque y calibrarán los aparatos que terminarán por determinar los resultados de la investigación. Antes de este módulo de arranque se construirá un prototipo repleto de sensores, que se pondrá a prueba en instalaciones similares de otros países.
2. Tubo en vacío
Los 80 metros de tubo por los que viajarán las partículas deben estar en vacío. Un terremoto o cualquier otro suceso eventual puede provocar la entrada de aire u otros materiales en el conducto. Para evitar problemas ante una posible ruptura del vacío, estará equipado con unas válvulas rápidas que se cerrarán aislando la zona que quede expuesta al exterior. El segundo de los prototipos será una tubería que tendrá la mitad de longitud y en la que también se provocará una situación de vacío, que se romperá de forma controlada. Unos sensores comprobarán a qué velocidad se propaga la onda de presión –el aire que entra al conducto– para determinar la rapidez con la que deben actuar las válvulas.
3. Robots
Algunos de los trabajos del Ifmif-Dones se desarrollarán en remoto, a través de 'robots' que trabajarán en las zonas de difícil acceso para los técnicos. Por ejemplo, llegado el caso de una rotura del conducto, habría que sustituir la parte dañada. El tercero de los proyectos servirá para comprobar si es posible armar y desarmar el tubo del acelerador sin intervención humana directa, a través de máquinas controladas a distancia.
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