Urbanismo recepcionará el bulevar de las Perlas un año después del fin de las obras

Con la puesta a disposición del Consistorio del viario, se pone fin a una de las demandas de los vecinos tanto de la Chana como de la Rosaleda, los dos barrios que comparten vinculación con esta zona de expansión. Tal y como contó meses atrás este periódico, eran muchas las personas que solicitaban tener acceso al nuevo viario, que contaba con todas las zonas verdes preparadas e, incluso, el mobiliario urbano completamente instalado.

El acta de inicio de los trabajos se firmó en noviembre de 2020. Fue entonces cuando arrancaron las obras para ampliar el bulevar existente en la calle Pampaneira, crear dos nuevos viales dentro del propio Plan Parcial y mejorar las conexiones tanto con los otros tres sectores del Oeste y la Chana. Como parte de la intervención, se plantearon grandes zonas verdes, áreas de juegos infantiles y espacios diseñados especialmente para canes. En total, las obras afectaban a todo el entorno del Plan Parcial, que contaba con una superficie total de 189.300 metros cuadrados.

El proyecto, que incluía también la construcción de nuevas rotondas de conexión, itinerarios peatonales accesibles, mejoras de conexión de la pasarela y más dotación de aparcamientos en los viales, contaba además con un presupuesto de licitación de 7.158.953,47 euros y el plazo de ejecución de obra era de 15 meses.

Poco a poco, a lo largo de 2021, empezaron a verse los primeros frutos de los trabajos. Entre otros aspectos, se apostó por la plantación de 392 nuevos ejemplares arbóreos y se dotó a la zona de 354 arbustos, todo un despliegue verde que pretendía servir de puerta de entrada al futuro gran parque que se prevé en las cercanías de la autovía con una superficie de 42.500 metros cuadrados.

Como apuntan las fuentes municipales consultadas, las obras se finalizaron en 2022. Sin embargo, ni la ampliación del bulevar de la calle Pampaneira, ni los nuevos viales de acceso a la zona ni el paseo de la Perla pudieron ser recepcionados por el Ayuntamiento. Al parecer, surgieron problemas con el suministro eléctrico, que quedó supeditado a los convenios que la junta de compensación debía firmar con Endesa.

Desde entonces, las vallas se erigieron como las únicas usuarias de estas nuevas zonas. En febrero, se produjo una polémica encendida como consecuencia del uso de parte de los bulevares por parte de vecinos para tomar el fresco, pasear a sus mascotas o, incluso, hacer botellón de noche. Entonces, la asociación de vecinos de la Chana reclamó que se agilizara el proceso de recepción para evitar el descontrol y que los chaneros pudieran «pasear, aparcar y disfrutar de una obras que es muy importante para el barrio», comentó su presidente, José Fernández Ocaña. El equipo de gobierno anterior, sin embargo, no podía efectuarlo ante el riesgo de cometer una ilegalidad.

En las últimas semanas, ya con la nueva corporación instalada en la plaza del Carmen, se han dado los pasos necesarios para la recepción de los trabajos, por lo que muy pronto los vecinos podrán disfrutar de las nuevas áreas. «Me parece extraordinario», asegura ahora Fernández Ocaña. «Era una demanda vecinal. Se lo habíamos pedido tanto al gobierno anterior como a este. Era una de las peticiones que llevábamos preparadas para la reunión que vamos a mantener con la alcaldesa, así que me alegra porque es una mejora para el barrio en temas de aparcamiento, de movilidad, un bulevar precioso que lo estaban demandado los vecinos llevaba un año y medio cerrado. A ver si es realidad porque todavía no me lo creo».