Patrimonio natural de Granada
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Valle del Darro, el secreto mejor protegido de GranadaGranada es una ciudad llena de joyas con la Alhambra y el Generalife a la cabeza. Hay muchos más entre iglesias, conventos, monasterios, capillas, basílicas, murallas, barrios como el Albaicín o el Sacromonte, el Centro más renacentista o el viejo y querido Realejo con venas ... judías. También tiene un patrimonio verde, sostenible y con un futuro maravilloso en la Dehesa del Generalife con lugares míticos como la Silla del Moro, el Aljibe de la Lluvia, el Cerro del Sol o el Llano de la Perdiz.
Hasta aquí, quien más quien menos en la ciudad puede levantar la mano y contar que los conoce, los ha visitado y disfrutado. No ocurre lo mismo con uno de los diamantes de la corona granadina patrimonial. Se trata del Valle del Darro, un lugar entre mágico y desconocido que ya ha sido declarado BIC, Bien de Interés Turístico, después de muchas vicisitudes, errores burocráticas, planes urbanísticos y promesas electorales que el tiempo se llevó como lágrimas en la lluvia.
La declaración BIC libra así al Valle del Darro de las amenazas del cemento y el asfalto y lo convierte en el secreto mejor protegido de Granada, que con un desarrollo sostenible permitirá descubrir a granadinos y visitantes la historia de siglos que encierra un entorno verde con un futuro lleno de posibilidades.
Un primer domingo de marzo, todavía el invierno metido en vena, permite comprobar el estado del Valle del Darro y disfrutar de la explosión de naturaleza que fluye, mana y se respira. El acceso por el Sacromonte permite redescubrir el barrio y traspasar Puente Mariano y conocer esa parte quizá un poco olvidada que, de repente, termina y abre una senda paralela al río Darro que llega hasta el municipio de Beas de Granada y entre medias permite recorrer siglos de la historia reciente que hay que descubrir.
Ha llovido esta semana y el sendero está lleno de charcos y mucho barro. La mañana es fría y hay corredores, marchadores y ciclistas tempraneros que recorren la ruta en las dos direcciones. Desde el final del Sacromonte se cruza el Darro y se adentra en un camino precioso flanqueado de olivos con el río a la derecha que bulle lleno de agua brava que baja. Las cumbres de Sierra Nevada, blancas inmaculadas, diseñan un cuadro de una belleza apabullante.
El recorrido serpentea, sube y baja moderadamente y hay cruces con domingueros y deportistas que se saludan con educación y una buena sonrisa. Un efecto más, este último, generado por el Valle del Darro. Hay que vadear entonces el río y no hay puente. Apenas un tronco, unas piedras y mucha agua. Sin calzado técnico y bastones no queda sino mojarse o descalzarse. Una vez pasado el trámite, queda en poco menos de media hora Jesús del Valle, la cortijada jesuita que duerme el sueño de los justos en espera de una declaración BIC que ya ha llegado y puede que le haga recuperar su alma perdida.
La recuperación, adecuación y rehabilitación del Valle del Darro y sus elementos es precisamente una de las grandes reivindicaciones del barrio del Sacromonte, por otra parte, declarado Patrimonio de la Humanidad en su día. Los sacromontanos sostienen que la potencialidad turística del Valle del Darro-Valparaíso, dadas las nuevas tendencias de turismo sostenible donde el contacto con la naturaleza cobra mayor importancia cada día es incuestionable. «El Valle del Darro se nos ha legado casi intacto a salvo de macroconstrucciones, autovías y demás por lo que es, a un paso, del Centro de la ciudad, el espacio verde mas amplio y fresco que tenemos».
En su propuesta, «aunar a la oferta turística de la ciudad una serie de posibilidades de interpretación en este espacio, rutas senderistas, bicicleta por unos senderos acondicionados que recorran el valle es ya obligatorio. Es paisaje patrimonial de la Alhambra y Granada en su conjunto». Además, aportan, «la inversión necesaria dado el mínimo impacto que debe tener en el entorno es casi ridícula». Por último, entiende que el acondicionamiento de estos senderos y la mayor afluencia de visitantes será positiva. «Representaría un impulso económico para el barrio del Sacromonte, que no tiene sino una inabarcable oferta histórica y cultural que ofrecer».
El Valle del Darro cuenta con una extensión de más de veinte kilómetros cuadrados entre los municipios de Beas de Granada, Granada y Huétor-Santillán.Se trata de un paisaje singular que reúne valores arqueológicos, arquitectónicos, paisajísticos, etnológicos, ambientales e históricos que ponen de manifiesto las sucesivas formas de ocupación del territorio vinculadas al aprovechamiento de los recursos desde la época romana hasta la actualidad, sostiene la Junta.
En su perímetro se incluyen también las áreas monumentales del tramo urbano del cauce y de la Alhambra y el Generalife.
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