Vecinos del Albaicín muestran su hartazgo por los robos en casas y las peleas

Otro vecino del Albaicín, concretamente de la calle Guinea, encontró a dos individuos robando en su casa cuando despertó de la siesta. Tras dialogar con ellos para tratar de convencerlos de que depusieran su actitud, estos contestaron de forma violenta propinándole un fuerte golpe. Los dos ladrones se hicieron con un pequeño botín de dinero y huyeron de la vivienda, dejando al propietario malherido. El denunciante de estos hechos, ocurrido la pasada semana, tiene 80 años y vive solo.

Una ciudadana de origen francés, con residencia en el Albaicín, también se encontró la pasada semana con dos individuos en la azotea de su casa, quienes se habían colado para intentar robar. Los gritos de la propietaria espantaron a los dos sujetos, quienes se marcharon sin llegar a sustraer nada.

Todo estos sucesos y otros más registrados en esta barriada, han generado malestar entre el vecindario. «Hemos mantenido una reunión para consensuar distintas iniciativas. Vamos a pedir una nueva reunión con la subdelegada del Gobierno, también haremos lo mismo con los nuevos responsables del área de Seguridad del Ayuntamiento de Granada y hemos decidido salir a patrullar por la tarde noche. No nos vamos a quedar de brazos cruzados con los delitos que se están cometiendo. Estamos hartos de no poder convivir en paz ni en nuestras propias casas», señala Carlos Yagüe Romero, portavoz de la asociación por un Albaicín Seguro.

Hay más delitos. Otra vecina de la Placeta de Porras se encontró con un individuo que intentaba entrar a su vivienda a robar sin importarle que ella estuviera dentro. La propietaria comenzó a pedir ayuda a voces y este sujeto se marchó. La sorpresa fue comprobar que cuatro horas más tarde este mismo individuo regresó con otro joven, aunque no lograron franquear la puerta de la vivienda. Los hechos ocurrieron hace dos semanas y media.

Por último, los vecinos de Placeta Carvajales frenaron el intento de un individuo, residente en una de las okupadas, de quemar un árbol de la plaza. Los residentes en la zona se percataron de que estaba impregnando el árbol con un líquido inflamable al mismo tiempo que usaba un encendedor para prender la llama. Finalmente huyó de la zona.

Los vecinos piden soluciones para frenar estos delitos.