Los vecinos del Albaicín se unen para pedir una piscina pública en el polideportivo Aynadamar

Marina García Morena, residente del barrio, es una de las principales promotoras de esta iniciativa. Denuncia lo que considera una situación de desigualdad en el barrio. «La gran mayoría de casas y pisos no tienen espacio ni para poner una pila hinchable o tener una manguera», resume Marina. Le apoyan los padres del AMPA del CEIP Gómez Moreno, como Clara Bermúdez, madre de dos alumnos, que pone de relieve, además de la lejanía de las piscinas, la falta de espacios adecuados para los niños y las familias en el distrito. «Yo no puedo llevar a mis hijos pequeños al Huerto de Carlos, allí el ambiente no es para los niños». Tal y como indica esta madre, las piscinas más cercanas al barrio son las de Almanjáyar y Bola de Oro, destinos para los cuales no existen líneas de transporte público directas desde el Albaicín. «Las fuentes y los pilares están cortados, solo funcionan los bebederos. No hay forma de que se refresquen los niños», añade Bermúdez. Apunta además que una piscina en el polideportivo Aynadamar puede ofrecer la oportunidad al colegio de tener actividades deportivas adaptadas a los meses de calor.

Ildefonso Godoy, trabajador social en el centro de salud del Albaicín, se ha mostrado también a favor de esta petición. En su opinión, la piscina puede tener grandes beneficios para los residentes más mayores del barrio, además de mejorar la habitabilidad para las familias del Albaicín. «Esta situación está haciendo un gran daño al tejido del distrito, en el que el turismo le gana cada vez más terreno a las familias».