Conflicto en Granada

Los vecinos de Norte median para encontrar una solución a los desvíos de los autobuses

La reacción de los jóvenes, que se sintieron «acosados» por la actuación policial, según informan a este periódico los responsables vecinales de Almanjáyar, Ángel Rubio;y La Paz, Antonio Cortés, fue liarse a pedradas con los autobuses de línea de la ciudad a su paso por el barrio.

«Esta gamberrada, por llamarla de algún modo, tuvo lugar la semana pasada en la zona conocida como 'las cocheras', en la calle Casería de Aguirre, donde se suelen juntar los chavales a partir de las siete de la tarde», refieren los dirigentes vecinales.

La siguiente reacción de esta cadena fue la del comité de empresa de los autobuses de línea de Granada, que decidieron recortar a partir de las siete de la tarde las paradas de las líneas 5, 6, N5 y N6, en su gran mayoría, a su paso por las calles que entienden que son más «conflictivas», esto es, Sánchez Cotán, Casería del Cerro, Pedro Machuca y Julio Moreno Dávila. Esta decisión fue corroborada por el propio Ayuntamiento de Granada.

Como una carambola que llega para salirse del tapete de juego, la decisión ha sentado entre los vecinos de los barrios afectados como un mal tiro. Rosario García, presidenta de la asociación de vecinos Nueva Cartuja, expresa que los vecinos están dislocados. «Supone una nueva afrenta para todos. Pagamos justos por pecadores. No se puede permitir que se suspendan paradas. Esto seguro que no lo harían en otros barrios de la ciudad», entona la letanía del abandono que describe lo que sienten en el distrito Norte.

Los ejemplos están por todos lados. «El centro de salud cierra a los ocho de la tarde. ¿Qué hace la gente mayor de noche y sin su parada de autobús?». «Hay muchas vecinas que trabajan en casas limpiando, y cuando terminan, de propina, tienen que volver andando desde Joaquina Eguaras. Me dirás tú». También están los retrasos. «Como una de las líneas prescinde de pasar por Julio Moreno Dávila da toda la vuelta por el perímetro, y la gente acumula retrasos de media hora. Así uno no puede vivir ni organizares», critica la decisión del comité de empresa.

El acertijo envuelto en una adivinanza, es una buena forma de tratar de entender los entresijos del distrito Norte, la solución a un problema ha creado problemas de todo tipo que no existían a los que hay que buscar una nueva solución. Entonces se convocó a los presidentes vecinales con la concejala responsable, el jefe y el portavoz de la Policía Local. «Se nos pidió que mediáramos con los menores y sus familias, para que dejaran de tirar piedras, ya que es un problema que afecta a todos nosotros», explican los presidentes vecinales de Almanjáyar y La Paz.

Dicho y hecho, la semana pasada se reunieron con sesenta jóvenes del distrito Norte y muchos de sus padres. «Se comprometieron a dejar de tirar piedras para que vuelvan los autobuses a cambio de que cesara el hostigamiento de la Policía Local». Todo esto ocurrió la semana pasada. Siete días después, los autobuses siguen sin recorrer sus itinerarios completos.

«También es cierto que al no pasar no sabemos si les tirarán piedras, pero queremos creer que su compromiso es cierto», explican los responsables vecinales. «Mostraron una actitud muy positiva, esperemos que no se produzca más estos actos vandálicos». En distrito Norte, todos esperan la vuelta de los autobuses. La última reacción de la cadena.