Los vendedores ambulantes del Zaidín marcharán por el Centro si no les dan más espacio para montar

Actualmente en las negociaciones ya no se debate el dónde, sino el cómo. Los vendedores aceptan ya dejar atrás la calle Torres de la Pólvora y acomodarse en Baden Powell, pero no de la forma en la que lo ha planteado el Ayuntamiento. Como días atrás, denuncian que allí en estos momentos no tienen espacio suficiente para «montar con seguridad», dice Melchor, que es uno de los portavoces del colectivo. Por lo que esta semana en una reunión mantenida con técnicos ha solicitado ocupar una zona que quedaba libre de mercadillo de acuerdo al 'dibujo' municipal.

Para ellos se trata de instalarse en «una explanada frente al parque que se usa para que los perros hagan pipí», señala Melchor; para el Ayuntamiento, en cambio, es algo más grave: se trata de «cogerse el parque entero». «Lo que nos piden no es lógico», señala la concejala de Movilidad, Raquel Ruz, que deja claro que quitar unas pérgolas, rebajar bordillos o hacer obras de adecuación para los nuevos 'inquilinos' es razonable, pero que «ocupar un parque entero o dar más espacio a cada puesto del que contempla la ordenanza, desde luego que no lo es», añade. La concejala señala que el traslado al nuevo emplazamiento conlleva la lógica regularización del mercadillo. Lo que debe ajustarse a una norma municipal que deja claro que el espacio por puesto debe ser «de seis metros por cinco», recuerda, por lo que haciendo cuentas el espacio planteado por su Concejalía es suficiente.

«Son seis metros por cinco por puesto; no tres veces seis metros por cinco. Ni tampoco furgonetas de diez metros. Somos flexibles, daremos soluciones provisionales puntuales a quien tenga más dificultades para montar, pero lo que nos piden no es razonable», incide Ruz, que recuerda a los vendedores que «para llegar a acuerdos hay que tener voluntad». El representante de estos niega que pidan más espacio por puesto, pero reconoce que hoy los coches son más grandes que antes porque, «gracias a Dios, se va avanzando», señala. «Tenemos más competencia que cuando estaban nuestros padres, las tasas son más altas y, por eso, hoy necesitamos más género y ocupar más espacio», añade.

Sea como fuere, quedan horas para poder llegar a un acuerdo. Los vendedores dicen que si no tienen noticias del Ayuntamiento antes del viernes a las 15 horas, marcharán por el centro. Ya han comunicado a la Subdelegación que se manifestarán con sus furgonetas desde el Triunfo hasta el Paseo del Salón el sábado por la mañana cortando el tráfico. «Nos sabría mal, pero no nos dejan otra opción», dice Melchor. Por su parte, Raquel Ruz deja claro que no admitirá «chantajes de nadie».

Mientras, en el vecindario están indignados con que se quiera «desmantelar» un parque para poner el mercadillo. En los últimos días están viendo cómo se han quitado unas pérgolas, bancos y ahora temen que se cementen algunas zonas verdes como última concesión a los comerciantes. Piden al Ayuntamiento que dé marcha atrás y reconsideren otro emplazamiento, algo que ya parece muy difícil, pues es en lo único que están de acuerdo hoy equipo de gobierno y vendedores.