Vendedores del mercadillo del Zaidín amenazan con no montar si hay traslado

Este lunes, representantes de unos y otros se reunieron en la plaza del Carmen para perfilar estrategias y también, de paso, escenificar su enfado en el corazón de la ciudad, justo donde se toman decisiones trascendentales como esta.

Aunque el cambio de ubicación (de calle Torre de la Pólvora a Baden Powell) se aprobó en la comisión de Comercio por consenso, tanto vendedores como vecinos aluden a que en ningún momento se ha contado con ellos. Niegan sentirse representados por quienes lo refrendaron en su nombre. Esto ha llevado a los comerciantes a contratar a un abogado y a los vecinos a constituir una nueva asociación.

El letrado Jorge Maya representa a 86 de los 170 familias que montan los sábados en el Zaidín. Explica a IDEAL que sus clientes se oponen frontalmente a instalarse en Baden Powell principalmente por la falta de seguridad. Expone que el lugar escogido no tiene el espacio suficiente para poder montar con garantías. Habla que van a pasar de disponer de 18.000 metros cuadrados, a poco menos de 9.000. «Y es un peligro», advierte. «No hay seguridad. Las características de la calle limitan el espacio para cada puesto, y en cuanto se pongan los vehículos se tapará cualquier salida lateral. Si se produjera alguna urgencia, sería una ratonera», señala este hombre, que cree que «así, es imposible ejercer la venta».

Para los vecinos existen también otros motivos de peso. La asociación Nuevo Zaidín se ha constituido 'ex profeso' para tener voz en los órganos participativos. Según explica uno de sus vocales, el colectivo está representando a los vecinos de Baden Powell y de toda la zona de influencia del instituto Alhambra, que se han rebelado después de conocer la noticia del traslado. Lo primero que ha hecho esta gente es recoger firmas; llevan ya unas 400. Y lo segundo, constituirse para poder ser interlocutores válidos.

Este hombre subraya a vuela pluma que existen varios escollos que «impiden» la celebración del mercadillo en Baden Powell. La primera, ya descrita, son los «problemas de evacuación» que habría al montar ante un espacio tan reducido. La segunda es que esto va a provocar que se acabe ocupando el parque que hay en este lugar, «que supone invadir dos tercios de las zonas verdes que hay en la zona, además del único parque con juegos infantiles», cuenta este vecino, que también se opone al montaje porque está seguro de que toda la suciedad que haya acabará en el río Monachil.

Además, cree que habrá «colapsos» de tráfico cuando se celebren ferias en Fermasa y que no habrá manera de aparcar, pues allí también hay varios campos deportivos donde tienen lugar numerosas competiciones los fines de semana. «Pero el principal argumento de traerlo aquí es el mismo que lo invalida, pues viene a Baden Powell por la queja de los vecinos de Torre de la Pólvora. Pues bien, aquí también se oponen los vecinos... y con más motivos», señala.

En principio, ambos colectivos han logrado una primera victoria, y es que se les escuche, pues mañana están convocados a una reunión con Ocupación de la Vía Pública. «Ahora solo falta que nos den una solución», señala Maya, que avisa de que si no les dejan alternativa, saldrán a la calle a protestar e incluso no montarán sus puestos el próximo 18 de marzo.