«En mi verano ideal, no me bajaría del escenario»

–¿Cómo le gustan las chanclas?

–Cómodas, muy cómodas... De las de pala, no de las de dedo, que no me gustan nada.

–¿Anda mucho con ellas?

–Prefiero las deportivas, incluso en verano. Hago bastantes kilómetros, pero es lo que hay cuando te dedicas a esto. Estoy encantada, en cualquier caso.

–¿Qué es para usted el verano?

–Siempre una oportunidad. Lo que venga, es bienvenido, tanto si es vacaciones como si es trabajo, si hacer música, si actuar... Si es música, mejor.

–Denna y sol son conceptualmente analogías.

–La luz y el sol forman parte de nuestra vida. De hecho, nos dan vida. La noche está muy bien, y me encanta, porque normalmente coincide con la hora del concierto, pero en la luz está lo bueno. La asociamos a la pureza, al blanco, a lo transparente, a lo bonito.

–Musicalmente, ¿usted intenta también ser luz?

–Siempre. La sonrisa debe ir por delante. En mis canciones hay mucho 'chanteo', muchas indirectas, pero si lo que hay que decir, se dice con una luz y una sonrisa, se llega siempre más hondo.

–Porque hacer baladas no es lo suyo, al menos de momento...

–Me gusta mucho cantarlas, pero ahora mismo no estoy en esa onda. Ya llegará el momento.

–¿Qué es lo primero que recuerda haber cantado?

–¡Baladas precisamente! (risas). Todos los cantantes comenzamos con ellas porque es donde más se luce la voz y donde más se aprende, porque debes controlar la respiración y la salida.

–Usted es imagen de uno de los 'resorts' de lujo más conocidos de República Dominicana.

–Es un país con una luz diferente. He ido cinco veces y no me canso de volver. Punta Cana es mi sitio de desconexión preferido, mi lugar para ser feliz. Todo el buen ambiente que allí se respira lo convierte en algo único.

–¿Cómo es para usted un verano ideal?

–Siempre sobre un escenario. Obviamente, esto es imposible, porque el cuerpo debe descansar, pero si pudiera, descansaría lo mínimo necesario... (risas). Todos los artistas trabajamos para dar a conocer nuestra música y compartirla.

–¿Cómo se vive con la luz en el rostro?

–Con alegría. Cuando una lleva tanto tiempo trabajando entre luces, se convierten en tus compañeras de viaje. Es muy bonito. Me gusta que los técnicos muestren al público para poder verles las caras.

–La primera vez que escuchó una canción suya en la radio fue...

–Fue durante la pandemia. Es una sensación inigualable. Y cuando las sigues escuchando, la alegría crece.

–Porque sus canciones son de largo recorrido.

–Así es. Por ejemplo, 'Ahora me llama' sigue sonando en discotecas año y medio después de salir, lo cual es estupendo.

–Y su colaboración con Mix&Noise, esa nueva versión de 'Física o química' techno-house, también...

–Sí, para mí ha sido un placer recuperar una canción que está en la memoria colectiva. Nos ha encantado el resultado.

–¿Cuáles son sus planes?

–Estoy en el 'casting' final de Operación Triunfo, y a partir de septiembre haré pruebas en Madrid para entrar en musicales.