Placa que indica la llegada al Lago Ness. IDEAL
El mostruo del Lago Ness

El verano del mostruo del Lago Ness

En los noventa se demostró que la foto del supuestoa animal era 'fake'... pero ya era tarde

Sábado, 20 de julio 2024, 23:58

Serpiente de verano. Dícese de aquellas noticias triviales o extravagantes que zigzaguean por el periódico cuando asoma la canícula. Aparecen por las redacciones medio vacías, se prolongan reptando por las páginas del periódico, se cuelan en los cierres de los informativos y arrastran las horas ... de los soporíferos magazines vespertinos cuando se van de vacaciones los alcaldes, se callan los portavoces y duermen la siesta los provocadores.

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Guiados por aquel consejo que Cary Grant dio a Rosalind Russel en 'Luna Nueva', la realidad no estropea un buen reportaje al periodista de guardia, que echa mano de la literatura para aportar una dosis de épica a una noticia superficial que permita pasar de la media columna a la página completa. Que el verano trabajando es más largo que una pitón reticulada y, reconózcalo, este tipo de exclusivas son las que uno quiere leer con el periódico, o el móvil, en una mano, y el Colaget en la otra. Cuenta la Wikipedia que fue el monstruo del Lago Ness el que dio nombre a este fenómeno de la comunicación desde que una fotografía de una criatura de apariencia prehistórica, que asomaba un largo cuello de las aguas de una laguna escocesa, llegara a las redacciones en el año 1934.

El bicho ya era conocido en forma de leyenda, pero hasta entonces no había habido una prueba gráfica de su existencia.

A partir de ese momento, este misterio zoológico es un tema recurrente que se resiste a pasar de moda: en los cuarenta, el consejo del condado de Inverness levantó acta oficial de la existencia del monstruo, incluso se propuso hacer al reptil ciudadano honorario; en los cincuenta, un periodista italiano dijo ser el inventor de la historia; en los sesenta se 'mudó' al lago Oich; en los setenta en la revista Nature le pusieron un nombre científico a la criatura y aparecieron nuevas imágenes que desvelaron una aleta triangular. En los noventa se demostró que aquella primera foto no era más que un 'fake'... Pero para entonces el extraño ser se había hecho tan famoso como el whisky de malta y los turistas se paseaban por el estanque escocés en barcos con un radar acoplado que rastreaba las profundidades en su busca.

La última campaña para encontrar a Nessie tuvo lugar el año pasado. A finales de agosto unos doscientos voluntarios coordinados por el Centro Loch Ness escudriñaron con radares, sistemas infrarrojos y drones térmicos de última generación todos los rincones y vericuetos del lago de 35 kilómetros de largo y 230 metros de profundidad. Fue el mayor dispositivo de búsqueda puesto en marcha en el último medio siglo. En septiembre, el monstruo del Lago Ness desapareció de los espacios informativos como un ligue aficionado al ghosting. Quizás vuelva a aparecer ahora que ha vuelto la calor.

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En Estados Unidos se hizo un experimento para ver cómo se transmitían las leyendas urbanas. Se metió una en un tren que hacía el recorrido entre San Francisco y Nueva York. Pues bien, la noticia llegó antes que el tren.

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