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El 'violador' de la Vall d´Hebron', en una imagen del juicio Ideal
Vida y muerte entre Granada y Barcelona del violador en serie de la Vall d'Hebron

Vida y muerte entre Granada y Barcelona del violador en serie de la Vall d'Hebron

El cadáver de José Rodríguez, originario de Iznalloz y condenado por 17 agresiones sexuales, fue encontrado este pasado domingo en un paraje boscoso de la ciudad condal

Carlos Morán

Granada

Martes, 6 de octubre 2020, 01:03

Nunca se supo si José Rodríguez, originario de la localidad granadina de Iznalloz, hizo algo bueno en su vida. Sobre lo que no hay duda es de que ya forma parte de la historia criminal de España por todo el daño que causó. El llamado 'violador de la Vall d,Hebron', la zona de Barcelona en la que actuaba, fue juzgado y condenado como autor de 17 agresiones sexuales, aunque los investigadores siempre sospecharon que la cifra real de los ataques fue superior a treinta. Eso tampoco se sabrá jamás. El depredador José Rodríguez, un habitual de las páginas de sucesos y tribunales durante décadas, ya no volverá a ser noticia. Este pasado domingo, los Mossos d'Esquadra (la Policía catalana) hallaron su cadáver en un paraje boscoso cercano a Nou Barris, el barrio de la ciudad condal en el que se crió.

Al parecer, se precipitó por un terraplén y sufrió heridas mortales. Tenía 61 años. Deja un legado perverso y amargo que se fraguó entre Barcelona y Granada, que fue donde se refugió en 2007 tras salir en libertad después de haber cumplido 16 años de cárcel de los más de 300 a los que fue condenado por 17 violaciones entre el verano de 1990 y la primavera de 1991. Su excarcelación generó un notable escándalo y varias víctimas la recurrieron.

Para entonces, José Rodríguez ya se había confinado en Iznalloz, la localidad granadina de la que procedía su familia. La noticia trascendió y los vecinos del pueblo se manifestaron contra la presencia entre ellos del agresor sexual en serie.

El alboroto creado y la alarma social obligaron al exconvicto a dejar Iznalloz y, presumiblemente, se trasladó hasta algún municipio de la costa. En aquellos días, se dijo que varios testigos lo habían visto en Torrenueva.

Luego, de nuevo el silencio. Pero duró poco. En 2008, el Tribunal Supremo revisó el caso y aplicó a José Rodríguez la llamada 'doctrina Parot' –tomó el nombre de uno de los mayores asesinos de la organización terrorista ETA–, que establecía un modo de computar las condenas que defendía el principio del cumplimiento efectivo de las penas impuestas a delincuentes muy peligrosos y reincidentes.

Los jueces le echaron las cuentas y concluyeron que al 'violador de la Vall d,Hebron' le quedaban otros cuatro años de presidio. José Rodríguez seguía en Granada. La Guardia Civil lo detuvo en Armilla sin que opusiera resistencia.

De inmediato, fue conducido al Juzgado de Guardia de la capital. En La Caleta le comunicaron la noticia de que debía retornar a la penitenciaría. Él se quejó de que se había enterado por la prensa 24 horas antes. Efectivamente, un diario nacional había adelantado que el Supremo iba a devolver a prisión a José Rodríguez. Llevaba poco más de un año en libertad y debía regresar al 'talego'.

El agresor sexual en serie permaneció poco más de una hora en el juzgado. Su aspecto era muy diferente al que presentaba en las imágenes que de él guardaban los medios de comunicación. Estaba muy delgado y pálido, se había afeitado el bigote y tenía el pelo burdamente teñido de rubio.

Poco después, ingresaba en una celda del penal provincial de Albolote. Hasta 2012 no volvería a pisar la calle.

Al parecer, José Rodríguez nunca quiso someterse a terapia para controlar sus impulsos criminales. Y en esas condiciones recuperó la libertad y un anonimato que se rompió este domingo cuando saltó la noticia de su fallecimiento.

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