La vida de una pareja granadina con parkinson: «Fue muy duro siendo tan joven»

El amor rompe todas las barreras posibles. Que se lo digan a Rafael y Carolina, una pareja unida por la enfermedad del parkinson. Las redes sociales fueron las encargadas de que brotase el amor entre un granadino y una malagueña. Se conocieron hace 5 meses, cuando Carolina decidió escribir por Facebook a Rafael interesándose por una intervención quirúrgica sobre el tema: «Me vino la operación con un pan debajo del brazo», destaca.

«Mi vida dio un giro de 360º» explica Rafael, que fue diagnosticado con solo 38 años. Ya lleva cinco conviviendo con la enfermedad que le ha cambiado la vida. Este guardia civil de profesión se dio cuenta de que algo no iba bien en pleno acto de servicio: «Me tocó cubrir un accidente y vi cómo mis piernas temblaban, me extrañé porque nunca me había pasado eso», recuerda. Una posterior visita al médico confirmó lo que temía: «Fue muy duro ver que tenía esta enfermedad siendo tan joven», explica. Su vida, confiesa, «ha cambiado totalmente».

«Cuando de la nada llega una enfermedad, te cambia los cristales con los que percibes la vida», explica Rafael, que forma parte de la Asociación de Parkison de Granada, donde se relaciona con otras personas con su misma dolencia. A pesar de todas las dificultades que se le atraviesan intenta hacer una vida normal: «Voy al gimnasio, salgo a pasear...». Lo que más echa de menos es la adrenalina del día a día y coger su moto. Su familia y amigos se han volcado totalmente con él en todo momento y siempre ha visto una mano tendida para ayudarle. Además, ha querido agradecer el gran trabajo que hacen todos los médicos: «Ellos son los que salvan vidas diariamente, su labor debería estar más reconocida», enfatiza.

Si algo echa en falta por parte de muchas personas es la poca sensibilidad con los pacientes que padecen esta enfermedad: «Mucha gente joven la desconoce y huyen de nosotros». A su juicio, «la falta de conocimiento acerca del parkinson crea estos estigmas sociales y se generaliza el pensamiento de que es una enfermedad de viejos y que damos problemas».

A Rafael le cuesta hablar, tropieza al andar y se rompe huesos... «Me afecta en todas las tareas del día a día». Después de estar años con medicación, el pasado noviembre se enfrentó a una operación para mejorar su vida: «Nunca hay que abandonar». Fue a raíz de esta cirujía cuando publicó en Facebook 'Diario de una oportunidad', una serie de textos en los que iba contando diariamente cómo se sentía en ese momento.

A uno de sus textos respondió Carolina. Y surgió el amor. Su actual pareja también padece parkinson desde hace dos años. Esta guardia de seguridad recibió la noticia con tan solo 49 años. «Ella se encuentra mejor que yo, ahora mismo solo tiene limitaciones para andar», detalla Rafa.

Tras varios meses de relación, la pareja hace vida totalmente normal: «Entre los dos nos apañamos como podemos, nos ayudamos mutuamente», explica Rafael. A pesar de ello, necesitan ayuda semanalmente para tareas de limpieza y tienen una vida «más pausada» que el resto de las parejas. El futuro que se les presenta es incierto pero seguirán juntos, «eso seguro», aunque son conscientes de que necesitarán alguna mano adicional que otra pero.

Rafael sabía desde el primer momento que Carolina le cambiaría la vida: «Me cogí un blablacar para ir a Málaga en busca del amor». Y vaya si lo encontró.

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