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«Yo creo que no los había visto nunca; es que llevo tres días aquí. A lo mejor me los he cruzado alguna vez o los conocía de vista, pero... Que yo sepa esto era un barrio tranquilo; no pasaba nunca nada y mira», ha indicado a IDEAL Ainhoa, una joven que vive en uno de los octavos del edificio Eurobécquer y que se enteró del crimen machista acontecido la tarde del domingo poco después del suicidio del presunto asesino.
Ainhoa había salido a comprar unas cosas y, de repente, se encontró con los coches de policía, los coches fúnebres y los servicios forenses en los exteriores del bloque, donde hay numerosos apartamentos de alquiler. «Vimos al hombre que se había precipitado al vacío en el suelo y todo el mundo asomado por los balcones», detalla esta inquilina, que afirma que la noche anterior habían escuchado gritos de «te voy a matar».
Mientras la Policía Científica recababa pruebas en la vivienda durante la mañana de este lunes, entraba también en el bloque María José Rodríguez, la presidenta de la comunidad y propietaria de varios de los pisos en el edificio. «A ella es a la que más conocía, pero solo de verla», señala.
María José, que no reside en el bloque, confirma que la víctima estuvo tiempo atrás viviendo en uno de los primeros y que luego se fue. Ahora habitaba en el tercero. Ambas se cruzaron el pasado miércoles en los pasillos y solo se saludaron. «Era una chica amable», expresa. El teléfono contra el maltrato es el 016 y no deja rastro en la factura.
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