«Las vistas eran espectaculares»

Javier F. Barrera

Granada

Jueves, 20 de agosto 2020, 23:57

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Hacía tres años que había revolucionado el PSOE. En el año 2000 presentó una plataforma denominada Nueva Vía y compitió para ser secretario general. Derrotó a José Bono por un puñado de sufragios y se preparó para el asalto a la Moncloa, que concluiría en 2004 tras ganar las elecciones generales. Justo el verano anterior, en 2003, recaló en Almuñécar para pasar el verano. Fue otra revolución.

Sin embargo su estancia fue íntima, familiar y discreta. Zapatero -que cumplía aquél agosto 43 años- salió muy poco y sólo celebró un acto público: una cena con militantes del PSOE de toda la provincia que se celebró en Motril el día 22. La asistencia costó 21 euros.

También visitó la Alhambra con tremenda anécdota de por medio. Al entrar en este recinto, dos de las trabajadoras encargadas de recibir a los visitantes, exclamaron al verle: «Es todavía más guapo que en la televisión», lo que suscitó las risas del secretario general del PSOE, de su esposa y del resto de los acompañantes.

Rodríguez Zapatero recuerda que fue un verano extremadamente caluroso en España y que la casa, colgada de una montaña, era preciosa. Estaba situada en la parte alta de la playa de los Berengueles junto a Marina del Este. «Las vistas hacia el mar y hacia Almuñécar eran espectaculares».

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Cuenta el expresidente que fue como llegar a un pequeño rincón del paraíso. «Era una zona muy tranquila donde solo se oía el mar, los pájaros y se veía una cúpula de estrellas en las cálidas noches de la Costa Tropical. Recuerdo especialmente la tranquila y pequeña playa de los Berengueles o de Marina del Este. La gente era amabilísima con nosotros».

Estuvieran toda la familia, Sonsoles -su mujer- y sus dos hijas, que disfrutaron muchísimo esta parte de la costa andaluza, que no conocían antes hasta que Paco Álvarez de la Chica -entonces secretario general del PSOEde Granada-, les habló con entusiasmo de ella. Les acompañó también su padre y varios amigos también vinieron algunos días.

Rodríguez Zapatero guarda buenas palabras de Granada.Dice que lo tiene todo. «Una costa espectacular, poco masificada y con un clima excepcional que permite estar rodeado de aguacates, chirimoyas o papayas junto a un enorme patrimonio cultural y artístico que la sitúa entre los lugares más atractivos del mundo». Por eso recomienda siempre ir a Granada.

El coronavirus le ha obligado a suspender varios viajes de trabajo previstos. Pero sigue siendo un optimista. «Hay que saber descubrir el lado bueno de las cosas cuando se complican. He podido pasar mucho tiempo con mi familia y he podido leer mucho». Para rematar, comparte que sus favoritas en verano son el gazpacho y unas cervezas bien fresquitas. «¿Qué más se puede pedir?», termina.