Revuelo en Los Cármenes tras la dura entrada de Pedro Fernández a Amancio. IDEAL
Historia del Granada CF

Amancio y la 'cornada' de Fernández en Los Cármenes

Memoria ·

Cinco futbolistas del Granada que vivieron el partido de marras y el precedente en el Bernabéu recuerdan que «el fútbol de la época era así» y desmarcan sus grandes temporadas de la leyenda negra que les acompañó desde entonces

Martes, 21 de febrero 2023, 18:05

Del Granada de los 70 que consiguió dos sextos puestos en Primera división -el mejor en la historia hasta el de Diego Martínez- constataron los escritos dos sentencias célebres firmadas por dos culés. «Jugar en Los Cármenes es como ir a la guerra», dijo Asensi. «¡ ... Qué suerte tienen los toreros!», cuentan que compartió Rexach una vez camino del estadio, al pasar por la plaza de toros. Sin embargo, fue Amancio, leyenda del Real Madrid y presidente de honor del club blanco hasta su fallecimiento este martes con 83 años, quien se llevó de allí una 'cornada', como calificaron los propios médicos a los 150 puntos de sutura que le pusieron en el cuádriceps roto.

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La patada se la dio el paraguayo Pedro Fernández, mito del Granada como el futbolista extranjero con más partidos en su historia (170) aún a día de hoy, también fallecido el pasado 21 de noviembre de 2020. Junto a Aguirre Suárez y Montero Castillo conformó un equipo temible dentro del duro fútbol de la época, con jugadores que simulaban pelearse entre ellos para amedrentar a los rivales a los que además amenazaban para que no jugasen 'con el pan de sus hijos', pero que también practicó un gran juego pese a que una leyenda negra le acompañase especialmente desde aquel desagradable episodio con Amancio en un encuentro por la ida de los cuartos de final de la Copa del Generalísimo.

Intervención sobre el muslo de Amancio, abierto de par en par. IDEAL

La acción, que el árbitro no vio merecedora de la tarjeta blanca que por entonces se mostraba en lugar de amarilla, acabó costándole a Pedro Fernández una sanción de quince partidos al difundirse las imágenes televisivas por todo el país. Amancio, que tuvo que ser operado y jugó dos temporadas más aunque nunca volvió a ser el mismo, no se lo perdonó jamás. No quiso saber nada ni de él ni de Granada, aunque acabó regresando a la ciudad muchos años después, con una cena en el restaurante Chikito. No obstante, lo que todos los compañeros de Fernández denuncian todavía es el olvido del precedente que tuvo aquel marcado 8 de junio de 1974 más de dos años y medio atrás: el 12 de diciembre de 1971 en el Santiago Bernabéu.

Tras el fallecimiento de Amancio, IDEAL contacta con Javier Izcoa, Enrique Porta, Rafa Jaén, Mariano Santos y Fernando Aguilera, cinco testigos directos de los hechos, para relatar lo sucedido. «A Fernández lo acribillaron en Chamartín», asevera Jaén, capitán de aquel equipo. «Se fue hacia arriba desde la defensa y no sé qué pasó, porque yo estaba en mi área al otro lado, pero le empezaron a pegar patadas en el suelo. Verle salir con oxígeno y en camilla, a él, fue increíble», rememora Izcoa. Más cerca, en el banquillo, estaba Aguilera: «Hizo una entrada quizás un poquito más fuerte de las de la época, pero tampoco tanto, y Amancio se levantó para pegarle y luego se le unieron Velázquez y Pirri».

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Acudió presto a defender a su compañero el capitán Rafa Jaén. «Empezamos a darnos patadas por todos lados. Se lio la mundial», reconoce. «Es cierto que luego Fernández le amenazó para cuando volviese a Granada y se la tenía guardada, pero nunca se habló de lo que le hicieron a él allí», sostiene. Amancio evitó ir a Los Cármenes hasta que en 1974, y solo unos meses después del único triunfo del Granada en el Bernabéu con gol de Félix Lorenzo, volvió a cruzarse con Pedro Fernández. Solo hubo un cuarto de hora de paz.

«A Fernández lo acribillaron en Chamartín. Fui a defender a mi compañero y nos liamos a patadas. Se lio la mundial»

RAFA JAÉN

FUTBOLISTA DEL GRANADA CF

«Amancio cogió un balón fuera del área por la derecha, regateando como él hacía mientras enfilaba la portería tras la que estaba la cárcel, cuando le salió Fernández y le pilló con todos los tacos en el muslo», recuerda Izcoa. «Fue una más de las muchas aparatosas que hacía, porque era aparatoso pero no tenía mala fe, aunque al que pillaba por delante se lo llevaba puesto», añade Mariano Santos. «Era dura, pero yo no creo que fuese intencionada», opina Porta, el Pichichi de Primera en 1972. «Lo curioso es que no parecía que tuviese mucho, pero empezó a hinchársele y acabó que daba miedo», aporta Izcoa. «Le rajó el cuádriceps. Fue una cosa impresionante», admite Jaén.

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Amancio, tras la intervención. R. I.

«El culpable no fue Fernández, sino el fútbol de la época», subraya Mariano Santos. «Aquel era un fútbol de choque y de golpes, pero también a nosotros nos dieron mucho. No éramos solo nosotros los que dábamos», se defiende. «Fernández era una de las mejores personas de ese vestuario. Todos nos llevábamos muy bien. Gracias a eso llegamos donde llegamos. Todos le quisimos mucho, ¡incluso mi mujer!», asegura Porta. «Pedro era agresivo, pero no quería hacer daño», lamenta Jaén. «No es que quiera defender lo que hizo, pero era noble», remarca Aguilera. «La gente se confundió con Fernández, porque no era tan 'cabroncete' como Aguirre Suárez. Pedro era fuerte, tosco, pero venía fenomenal al equipo», le agradece aún Izcoa.

«El culpable no era Fernández, sino el fútbol de la época. No éramos solo nosotros los que dábamos»

MARIANO SANTOS

FUTBOLISTA DEL GRANADA CF

El portero de aquel equipo recuerda con humor, aunque fuese una pesadilla, la vuelta solo cinco días después en el Bernabéu. «Fue un ambiente muy hostil, horrible, como lo que le ocurre ahora a Vinicius y eso que no jugó Fernández», apunta. El primer tiempo acabó 7-1 y, ya en la segunda parte, otros dos tantos rojiblancos maquillaron algo el marcador. «Qué primera parte... ¡cada siete minutos me marcaban un gol! Lo recuerdo y ni me lo creo», bromea ahora.

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Lo que a todos les duele aún hoy es que aquella leyenda negra robase protagonismo a sus grandes temporadas. «No nos ganaba nadie en Los Cármenes», se congratula Jaén. «No perdimos ningún partido y jugábamos bien al fútbol. Solo nos sacaban puntos los equipos más flojos; curiosamente, algunos que bajaron a Segunda. A los grandes les ganamos a todos. No fue por casualidad ni lo explica solo la dureza», razona Porta. «Es penoso que solo se recuerde aquello, porque teníamos un gran equipo. Hasta entonces no se hablaba tanto de nuestra agresividad. Jugadores como Vicente, Lasa, De la Cruz o los mismos Fernández o Montero Castillo eran muy buenos», remarca Jaén. «Que viniese el Real Madrid a Los Cármenes y ni se atreviese a atacar era un espectáculo. Fue una pena que bajásemos luego, a poco que nos relajamos», lamenta Izcoa.

«No perdimos ningún partido en casa y jugábamos bien. No fue por casualidad ni solo por la dureza»

ENRIQUE PORTA

FUTBOLISTA DEL GRANADA

Pese a las batallas, todos ensalzan a Amancio en su fallecimiento como al gran futbolista que fue. «Era el mejor en su puesto en nuestra época, un grande en el mundo entero. Yo era un enamorado de su fútbol», reconoce Jaén. «Tenía muchísima clase», le concede Porta. «Era un futbolista muy regateador, como no se veían tanto antes. Un gran pelotero... como Vicente o Porta», desliza Izcoa. «Era un muy buen jugador y, aunque no lo traté mucho, me decían que muy buena persona también», añade Santos. «Amancio fue un gran futbolista, no voy a descubrirlo yo ahora. Fue de los cinco o seis mejores jugadores de mi época, y creo que del mundo. Me encantaba. Y era noble, buena gente, pese a que en el fútbol, dentro del campo, suelen pasar cosas que luego deben olvidarse fuera», cierra Aguilera.

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