El balón parado sigue atormentando al Granada

El Granada volvió a encajar gol a balón parado, una de las tareas pendientes de Paco López y su cuerpo técnico. Al igual que en Gijón y otras tantas semanas atrás, los rojiblancos se mostraron superados en un saque de esquina al poco de iniciar la segunda mitad. Bodiger perdió a su marca, el central Coco, que conectó un cabezazo inapelable para Raúl Fernández.

Aunque la zaga horizontal respondió bien a varios saques de esquina botados al primer palo, los envíos tensos y al punto de penalti siguen siendo un tormento para los defensores, sobre todo cuando no son Miguel Rubio o Ignasi Miquel los marcadores en esa zona. Hubo más jugadas a balón parado antes del final en contra de los intereses de los nazaríes, que esta vez sí defendieron con mayor contundencia.