Biraghi, un lateral discutido que despegó tras su marcha

Biraghi firmó como el último fichaje del mercado veraniego de 2015. Recalaba para una posición, la de lateral zurdo, en la que no era sencillo triunfar, pues entre la hinchada aún permanecía el recuerdo latente de Guilherme Siqueira unos años atrás. Brayan Angulo (al que no le fue tan mal como nazarí), Juankar, Insúa y hasta Foulquier, en su anterior etapa, trataron de salir adelante como pudieron desde ese flanco. Para esa nueva campaña aterrizó también Salva Ruiz, cedido por el Valencia, pero se buscaba una alternativa. Fue finalmente el italiano, el último en llegar al plantel, quien se aferró al puesto con determinación. Lo había cedido el Inter de Milán. Tenía sus flaquezas, pero mantuvo el decoro en una temporada muy complicada, que se arregló en los últimos meses con una reacción muy propia de aquella época en el Granada.

Regresó a su país y siguió rebotando entre varios clubes. Pasó del Pescara a la Fiorentina, donde sí se asentó, lo que le llevó a estrenarse con Italia. Más hecho, mejoró en fase defensiva y se soltó mucho cuando le dejaron actuar bajo un sistema de tres centrales, que potenció sus carreras por la banda. El curso pasado estuvo cedido en el Inter, donde arrancó todo para él en la élite. Ahora vuelve a competir en Florencia, siendo compañero del motrileño José Callejón, exjugador a su vez del Nápoles. Mirarán de reojo a Los Cármenes.