Bryan, unas declaraciones polémicas que luego matiza

Más tarde, ya en la Fuente de las Batallas, durante la retransmisión de PTV Granada, Bryan Zaragoza volvió a mostrarse titubeante. «Yo quiero jugar, pero... no sé. No hay nada... Voy a jugar», concluyó mientras una sonrisa traviesa aparecía en su serio rostro para luego escabullirse entre sus compañeros. Es probable que después de alguna que otra conversación con compañeros o miembros del club.

Aunque aún no se haya hecho oficial, Bryan Zaragoza cerró el pasado mes de abril la ampliación hasta 2027 del contrato que le vinculaba al Granada hasta 2024, con la consecuente mejora de sus emolumentos personales y una cláusula de rescisión mayor que no ha trascendido. De orígenes muy modestos, la entidad procuró no exponerle demasiado ante los medios de comunicación desde su aparición en el primer equipo durante la pretemporada. Sus tantos para rubricar la vuelta del equipo a Primera división lo hicieron inevitable, como el inicio de una carrera prometedora que nadie sabe a dónde puede llevarle, aunque él siempre haya tenido claro su deseo de convertirse en futbolista de élite en Los Cármenes.

Tres golazos consecutivos en las tres últimas jornadas del campeonato, a cada cual más bello, catapultan a Bryan Zaragoza como uno de los grandes protagonistas del éxito del Granada. Joven estrella emergente a sus 22 años, el extremo malagueño aún digiere su nueva realidad; la que en apenas diez meses de temporada llevó a un niño que jugaba en Segunda RFEF a sentirse artífice de todo un ascenso a Primera división. Algo que implica un proceso personal complejo, como el meramente futbolístico que tanto Aitor Karanka como Paco López tuvieron con él para dosificar sus apariciones sobre el terreno de juego, pues no son pocos los clubes que se han interesado por él por más que no deje de besar el escudo ni el propio césped de su 'casa' cada vez que marca.