El calvario del verdugo en Copa

En marzo de 2020, y apenas unos días antes de que en España se desatase la pandemia, el Granada estuvo durante cinco minutos clasificado para la final de la Copa del Rey. Un gol de Germán tras un saque de esquina consiguió dar la vuelta a la eliminatoria a ida y vuelta contra el Athletic de Bilbao en Los Cármenes, donde explotó la euforia. Sin embargo, no duró más que eso: cinco minutos. Fue lo que tardó tras aquel tanto Mikel Vesga en encontrar un resquicio a la espalda de Dimitri Foulquier, por la que penetró el lateral zurdo Yuri Berchiche para fulminar a Rui Silva con un trallazo y destrozar las ilusiones rojiblancas.

Aquel fue el cénit de su carrera. Era un cañón por banda y hubo incluso quienes pidieron su convocatoria con la Selección española. La vida, sin embargo, no ha sonreído demasiado a Yuri Berchiche desde entonces. El Athletic perdió aquella final vasca aplazada contra la Real Sociedad el pasado mes de abril y días después perdió la de la siguiente edición contra el FC Barcelona, que se cobró la Supercopa que los bilbaínos le arrebataron en enero. No juega desde aquella finalísima con los culés, el 17 de abril, cuando los problemas en el pubis que ya acusaba se le hicieron imposibles de soportar.

Los servicios médicos del Athletic de Bilbao optaron de inicio por un tratamiento conservador que no dio ningún resultado y decidieron operarle en julio, con la esperanza de recuperarle en tres meses. Han pasado ya cuatro y, por ahora, lo único que Yuri Berchiche ha conseguido hacer es tocar balón en solitario, todavía al margen del grupo. Un problema en el tendón ha retrasado su puesta a punto. Marcelino confiaba en contar con él tras el último parón por selecciones, pero ni le tuvo disponible para visitar al Levante el pasado viernes ni lo estará para recibir al Granada mañana en San Mamés. El calvario del verdugo de los rojiblancos en la Copa del Rey en 2020 no ha terminado.

No obstante, los problemas de salud de Yuri Berchiche fueron más allá del pubis. El futbolista vasco ha sido uno de los casos más conocidos en el deporte nacional de profesional al máximo nivel con secuelas de la covid-19. Se contagió en octubre de 2020 y acusó la enfermedad hasta el pasado mes de febrero, con vértigos que obligaron incluso a sustituirle en algún partido, lejos también de su mejor forma física. «No encuentro explicación a lo que me pasa; hay momentos puntuales en los que cuando me pasa me entra el miedo en el cuerpo», confesó, después de haber sido evaluado por distintos neurólogos sin respuestas ante su caso.

Como sea, entre las secuelas de la covid-19 y la pubalgia, Yuri Berchiche no ha vuelto a ser el mismo. Sus episodios recordaron en su momento a los de Antonio Puertas en el Granada, otro futbolista que tampoco ha recuperado la forma que un día tuvo tras dejar atrás la enfermedad por las mismas fechas. Al almeriense, de hecho, aún le pasa factura en su preparación física, con una merma en su autoconfianza.

Durante la convalecencia de Yuri Berchiche ha recuperado el protagonismo perdido el veterano Mikel Balenziaga, de 33 años, y en la plantilla desde 2013. Ha disputado 863 minutos en diez partidos, con tres únicas ausencias que cubrió Iñigo Lekue. No hubo fichajes en esta posición al contar con una rápida recuperación de Yuri Berchiche que aún se sigue retrasando. Además del lateral zurdo, Marcelino tiene lesionados al delantero Asier Villalibre –el último en caer–, Daniel Vivian, Oier Zarraga y Peru Nolaskoain, de larga duración. A Marcelino no le valen como excusa ante el Granada, incapaz de sumar los tres puntos en sus dos últimos partidos en San Mamés ante Espanyol (1-1) y Cádiz (0-1).

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