El «cariño» de un futbolista que nunca quiso marcharse

Rochina jugó de rojiblanco durante dos cursos. Su traspaso se produjo nada más arrancar la era china, el verano de 2016. El Rubin Kazán llegó con una tentativa mareante, tanto para él como para la entidad: «Quise hacer un sacrificio para intentar quedarme y renovar, cobrando muchísimo menos de la oferta que tenía, pero la dirección no llegó a ese mismo esfuerzo. Al final, no pude rechazar lo que tenía sobre la mesa y tuve que salir».

Continúa: «Yo era feliz en Granada y sigo yendo cada vez que puedo. Igual es mi sensación y el club no podía llegar a las cantidades de las que hablamos, pero yo sí lo intenté hasta el final. Son decisiones y se pensó que lo mejor era mi salida. Tampoco fue mal para las partes. No pudimos seguir juntos pero no guardo ningún rencor», agrega. «La pena es que se deshizo una base buena para Primera. Son circunstancias que se nos escapan a los que estábamos ahí», asume.

Emprendió una aventura accidentada en un equipo ruso con problemas económicos, que a día de hoy todavía no ha terminado de satisfacer la deuda de su traspaso con los nazaríes. Aquella etapa se cerró en enero de 2018, cuando aterrizó en el Levante, club de su tierra, pues es valenciano, que terminó adquiriendo sus derechos. Se encuentra feliz de granota, aunque no cierra ninguna puerta: «Me queda un año y medio de contrato. Estoy a gusto, pero en el fútbol nunca se sabe lo que puede pasar», apunta, preguntado por la posibilidad de un retorno al Granada. «Desde que me fui tengo un afecto especial y la verdad es que estoy contento de que esté en Primera de nuevo», reconoce. Le ilusiona lo del sábado. «No es lo mismo estar en el campo como espectador, como en alguna visita, que medirte a un rival con el que hubo un vínculo especial. Tengo muchas ganas de disputarlo», esgrime.

Ya no queda nadie de su etapa en la plantilla. El último era Fran Rico. Guarda relación con Dioni González, actual jefe de los servicios médicos. «El Granada empezó muy fuerte. La verdad es que a todos nos sorprendió de un recién ascendido, pero es que compite bien, tiene las cosas claras y con esa idea te puedes enfrentar a cualquiera. Me alegro de que le vaya bien, aunque espero que el sábado no. A partir de ahí, la mayor de las suertes», desea. Su escuadra, por otra parte, está teniendo complicaciones defensivas. «Nos ha pasado algo que no había vivido: que los cinco centrales estén lesionados. Cuesta verlo. LaLiga este año está muy competitiva. Hay que adaptarse a todo tipo de circunstancias que se atraviesan a lo largo de una temporada. Estoy seguro de que entre todos podremos sacar la situación adelante», resalta.

No imagina cómo le acogerá el público: «Prefiero que me reciba con aplausos antes que con silbidos, pero entiendo que ese día seré un rival y la reacción que tenga será entendible», disculpa de antemano el que fuera uno de sus ídolos.