Los Cármenes estuvo a un suspiro de perder su condición de fortaleza inexpugnable si no llega a ser por una genialidad de Perea, que marcó de falta en el penúltimo segundo del partido. El manchego evitó el fiasco cuando la afición se temía lo peor. ... Los rojiblancos creyeron que se llevarían el encuentro por inercia, por su propia heráldica de aspirante al ascenso, pero enfrente estaba un rival honrado, la Ponferradina, que jugó con la mirada inyectada en sangre, apurando por su permanencia en la categoría.
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Es cierto que los rojiblancos tuvieron muchas ocasiones ante Amir, sobre todo en la primera parte, pero una vez en ventaja, gracias a un penalti provocado por Bryan Zaragoza en la segunda mitad, se confiaron. En apenas dos minutos, los del Bierzo emprendieron un saqueo que hizo pensar que, esta vez sí, la derrota se cernía sobre un templo profanado. Perea, en el penúltimo segundo, literalmente porque el árbitro pitó acto seguido, aplacó cualquier ira, en una jornada extraña en la que solo ha ganado un equipo de la cabeza: el nuevo líder, el Eibar.
Paco López intervino en su alineación agradeciendo esfuerzos recientes y tuvo que reaccionar a la desesperada ante los accidentes. De un tiempo a esta parte, han desaparecido Petrovic, Meseguer y Melendo, que ni siquiera calentaron. Quiso premiar el valenciano a jugadores que se dejaron el alma en Burgos, como Jorge Molina, pero nada funcionó como debiera. No enhebraron bien Bodiger y Sergio Ruiz y la sensación de atasco se extendió. Tiene tanto y tan bueno el preparador que en la imaginación caben muchas alienaciones, pero choca que en un encuentro en el que nadie recogía las riendas prescindiera de los que, en teoría, le pueden dar algo de serenidad al asunto.
Granada
Raúl Fernández; Ricard Sánchez, Cabaco, Ignasi Miquel, Carlos Neva (Jonathan Silva, m. 46); Sergio Ruiz (Alberto Perea, m. 82), Bodiger, Antonio Puertas (Bryan Zaragoza, m. 65), José Callejón (Diedhiou, m. 82); Uzuni y Jorge Molina (Weissman, m. 54).
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Ponferradina
Amir; Adot, Sofian, José Amo, Castellano (Moi Delgado, m. 78); Nwakali, Agus Medina (Yuri, m. 78), Naím (Heri, m. 78), Dani Ojeda (Diéguez, m. 88); Derik Lacerda y Edu Espiau (Pascanu, m. 67).
GOLES: 1-0, m. 70: Uzuni, de penalti; 1-1, m. 79: Pascanu; 1-2, m. 81: Yuri; 2-2, m. 96: Alberto Perea.
ÁRBITRO: Ais Reig (comité valenciano). Amonestó al local Cabaco (m. 91); y a los visitantes Edu Espiau (m. 51), Amo (m. 69), Moi Delgado (m. 83), Dani Ojeda (m. 88) y Yuri (m. 91).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 31 de LaLiga SmartBank, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 14.153 espectadores.
Llegó la mejoría meteorológica y Paco López envidó con una alineación veraniega, sin fichajes de invierno. Salió con ímpetu Bodiger, robando el balón tras el saque, pero la velada iba a deparar un susto tempranero, con un disparo de Lacerda al poste. De repente, la Ponferradina parecía uno de esos equipos del este de Europa que se presentan con dos velocistas en la bandas de apellidos indescifrables. Naím y un exrojiblanco, Dani Ojeda, salían como alma que persigue el diablo en cada contragolpe y eso generó inquietud. Sí habría más cachondeo de niño con Lacerda, que atropelló a Cabaco, mientras el árbitro se hacía el longuis, y se plantó en el área tan solo que no supo bien que hacer. Se la tocó para que culminara Espiau pero este, despistado por la aparición de Ignasi Miquel, controló fatal y se la entregó a Raúl.
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De repente, la Ponfe parecía un coloso, pero Neva pronto descubrió que, como poco, tenía los pies de barro. En un mal despeje ajeno, el lateral se encontró pista libre con la pelota, pero se le quedó un poco atrás y solo pudo rectificar para meter un centro con el que fusiló Uzuni, aunque no contaba con la pericia de Amir.
El iraní es un portero con carisma. Un poco sobrado con los pies, hizo despejes sobrehumanos al artillero albanés de los rojiblancos. Sin mucha talla, pareció intuir cada orientación de los tiros. Hasta tuvo potra en un mano a mano con Jorge Molina, que no tenía la dicha como en Burgos. Él se cocinó la jugada y cuando parecía fundirse en la gestión de los pases, Sofian se resbaló y el del Alcoy se midió con el arquero. Uzuni, sin sombra al lado, se le quejó y el veterano delantero tuvo que pedir disculpas por no asistirle. Amir se iba a ir sonriente de Granada hasta que Perea le buscó las cosquillas y se hundió en la depresión.
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Uzuni lo intentaba, Molina se ofrecía, pero el fútbol seguía sin fluir, atascado en las salidas y con algunas conducciones temerarias. Sergio Ruiz acompañaba, pero sin la incidencia de Melendo. Aun con ello, el Granada seguía produciendo en ataque, pero la inspiración de Amir aplacaba el ímpetu local.
Puertas intercambió bandas con Callejón para probar desde el otro perfil y el almeriense contó con otra ocasión malograda ante el de los guantes. Bodiger peleaba a ratos y regalaba en otros, aunque peor fue un centro desde atrás de Neva, siendo el último defensa, que no acabó en lío monumental por una aparición al quite de Ricard ante Espiau.
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El gaditano abandonó el terreno al descanso para que se incorporara Jonathan Silva. Arrancó la segunda mitad con retraso porque Paris Adot tardó en salir y los del Bierzo estaban con diez. Salieron hostigando los rojiblancos, pero el esférico continuaba revoltoso. En una oleada, Molina se llevó un golpazo que le dejó cojo y Puertas, con el bate, se topó con Uzuni de obstáculo en busca de la red. Luego Bodiger también la tuvo, pero Amir ejercía un magnetismo impresionante.
Molina confirmó que no podía tenerse en pie con solidez y salió Weissman, con poco vuelo, pero era la Ponfe la que variaba el semblante y se adueñaba del espacio, con un buen chut de Agus Medina como salva amenazadora. Para volver a preocupar al rival, Paco López acudió a Bryan Zaragoza, aunque las lagunas se instalaban en la medular, con una circulación plana y demasiado envío largo. Pero el malagueño estaba juguetón y la lio en su primer caracoleo. Se frenó taurino ante Adri Castellano, otro que pasó por la casa, y movió el capote como si fuera Morante. Cuando se quisieron dar cuenta, ya entraba a matar, pero Amo le dio un toque en su carrera y Ais Reig, pasota en muchos lances, cobró un penalti brumoso. Uzuni sacó la maza desde el punto gordo. 19 goles en su cuenta corriente.
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Pero la Ponfe no había dicho su última palabra y en un córner entró Pascanu en bombardero para sobrecoger al respetable, despistado Jonathan Silva. Sin tiempo de asimilar el golpe, otra ráfaga de los visitantes con el sempiterno Yuri de estilete puso a lo de amarillo por delante, una remontada en dos minutos.
A los rojiblancos les entraron las prisas y su técnico coló a Perea y Diédhiou en busca de al menos un punto, pero casi ratifica su triunfo antes de tiempo la Ponferradina si Heri bate a Raúl en un duelo. Los visitantes supieron consumir el tiempo en ventaja y apenas había señales ofensivas de los rojiblancos, confundidos ante una situación inédita como anfitriones. Perea chutó una falta que se le fue a las nubes, pero a la siguiente intentona parecida, ajustó la mirilla y acertó. Festejó poco, pero un punto es menos que nada, aunque se dejó pasar una buena noche para acosar a los dos primeros.
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