Filial

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Un curso inolvidable para un filial que fue de menos a más

El Recreativo Granada puso este domingo el broche de oro a una temporada sobresaliente. El filial rojiblanco no entraba en las quinielas de los favoritos al ascenso y durante muchos meses las aspiraciones del 'Recre' fueron mucho más modestas pero la progresión de los canteranos rojiblancos los llevó hasta la final por el ascenso a Primera RFEF, saldada con éxito ante el Real Avilés.

El Recreativo empezó mal la temporada, con una sola victoria en las primeras 12 jornadas. El triunfo, que fue celebrado en la jornada 2 en el duelo ante el Cádiz Mirandilla (1-2), demostró que el Recreativo tenía poder de convicción -empezó perdiendo y terminó remontando en un partido muy serio- pero los resultados negativos de los nueve encuentros posteriores evidenciaron que el filial tenía problemas en las dos áreas: no marcaba muchos goles y recibía demasiados. El triunfo de la jornada 12 ante el Torremolinos (4-2) fue un punto de inflexión. Milla, cuestionado por parte del entorno tras una mala racha que dejó al filial en la última posición, ganó crédito y el equipo confianza en sí mismo. Encadenó seis victorias consecutivas, abandonó la zona de descenso y empezó a mirar hacia arriba, demostrando que retrasar a Julito a la mediapunta para darle la responsabilidad de ser el 'nueve' del equipo a Samu Omorodion había sido una elección acertada.

El Recreativo también mejoró mucho sus automatismos defensivos y, con una notable mejoría de la pareja formada por Miki Boch y Diego, fue encadenando victorias y porterías a cero cimentadas también en la buena labor de sus dos porteros: Ángel y Adri. Otros jugadores como Raúl Castro o Solar también fueron ofreciendo un nivel excelso. En la segunda vuelta el filial granadino no se apeó de la zona media-alta de la tabla, logrando resultados de mérito como el empate en casa del líder Antequera (1-1) o la goleada endosada en la Ciudad Deportiva a un Vélez que se jugaba la vida (4-1).

El Recreativo Granada concluyó la Liga tercero, eliminó al Utebo en la semifinal del play-off de ascenso tras vencer en la ida (1-2) y resistir en un alocado partido de vuelta (3-3) y en la final, tras empatar en Los Cármenes (1-1) ante 5000 espectadores, logró una victoria de prestigio en el Román Suárez Puerta de Avilés (0-2), un estadio en el que dibujó una de las páginas más felices de su historia.