Dibujos y actitudes

2. Si es un dibujo sobre el que construir el futuro a corto plazo lo determinarán varios aspectos. El modelo con un trío de centrocampistas quedó rápidamente bendecido por un gol tempranero, que facilitó las cosas. Los rojiblancos cedieron posesión de balón, pero no espacios. Generaron una estructura compacta y sin desajustes.

3. Sergio Ruiz, Gonzalo Villar y Manu Trigueros mezclaron bien. Aunque Stoichkov desluciera otro encuentro más, su posición en la derecha, sin estirar tanto como Tsitaishvili, permitió unas evoluciones más prudentes por la banda, que en la ruptura quedó más para las aparición de Rubén Sánchez. En la izquierda, Rebbach sí se aventuró, pero siempre con Villar y Neva cerca en caso de retroceso ocasional.

4. Trigueros, que al principio apenas rascó bola y solo tapó su espacio, poco a poco fue adentrándose en la zona de maduración del juego, eligiendo el tempo del encuentro. Está claro que no va sobrado de carrocería, pero sacó una versión corajuda en la segunda parte. Arropado es un futbolista con potencial creativo. Su problema puede venir en situaciones más abiertas, con alternativas por transiciones rápidas entre los contrincantes. Con el Oviedo no tuvo grandes preocupaciones con ello y cuando cayó al costado para alguna intercepción, se lanzó fuerte, para regocijo de los aficionados, que aprecian los gestos de entrega.

5. El Granada venció, recortó diferencias y encontró un nuevo patrón al que atenerse, pero el dibujo no está chequeado en un contexto de adversidad, como el de Córdoba o Cádiz, en el que los nazaríes encajen primero. También hay un efecto sorpresa en el planteamiento para los enemigos que se disipará si Escribá insiste, como así parece tras la buena actuación. Anotar pronto y contar con el influjo favorable del público, que aparcó rencillas cuando pitó el árbitro, siempre ayuda. Con el Tenerife, en descenso, llegará el refrendo o la duda.

6. Escribá sostuvo que había valorado el trivote antes. De hecho, lo dispuso en algún cierre cuando incluyó al propio Trigueros. Uno de sus argumentos para eludir la apuesta anterior estuvo en la falta de efectivos, pues solo tiene cuatro mediocentros en el primer equipo. La recuperación del canterano Juanma Lendínez le proporciona un quinteto con validez cuando regrese Hongla. El debate estará en si el camerunés sienta a alguien o si se va al banquillo.

7. La abundancia en la zona ancha supone consecuencias en el ataque. La ausencia de Tsitaishvili eliminó una alternativa de la ecuación, por lo que el tridente ofensivo se lo distribuyeron Stoichkov, Rebbach y Boyé. Siendo fijo el argentino como referencia, lo probable es que se toquen los extremos. Giorgi estará pronto en la ciudad para intentar abrirse hueco en el actual ecosistema.

8. La pena del triunfo solvente para el Granada es que no decantó el golaveraje particular, pues ni siquiera igualó el 2-0 del estadio Carlos Tartiere. Tuvo oportunidades para ello Lucas Boyé. También Manu Lama, con un remate que dio en el larguero. En el tramo final, Sergio Rodelas, en una recuperación en la que solo vio portería desde la distancia al ver a Aarón adelantado y chutó desde casi 40 metros, cuando Ricard corría por el centro completamente solo.

9. Más que egoísmo del de Alhendín, la precipitación de un chico de la casa que volvió hace semanas de su lesión, pero que no ha recuperado la titularidad y seguramente es algo que le ansía. Participa con las ganas de mostrar su mejor repertorio.

10. El temple es algo que se suele adquirir con la edad. De ello sí va sobrado Trigueros. Veremos si de piernas.