La dirección refrenda a Torrecilla hasta el partido con el Alavés como poco

El encuentro con el Elche constató que los problemas del Granada siguen presentes y son difíciles de subsanar. No había una actitud deliberada de la plantilla para que Robert Moreno fuera destituido. Sí se ha metido en un bucle en el que escasea la confianza, con una aparente falta de forma física en algunos futbolistas. Otros sencillamente están en las antípodas de su mejor versión por lo que sea.

Torrecilla tiene trabajo por delante. Mendizorroza fue el estadio en el que acabó la etapa de Paco Jémez, primer fracaso de la era china. Ahora servirá de examen para alguien de la casa en el papel de bombero. Apostó por un sistema y una propuesta similares a las que expuso Moreno con el Cádiz, pero con Quini por Puertas y Petrovic por Isma Ruiz. No funcionó y tuvo que rectificar. Esta semana se verá si persiste en el dibujo de tres centrales, al perder a Torrente por cinco amarillas. Entre las alternativas a Torrecilla que rondan está Abelardo Fernández, cuya última experiencia fue en el Alavés, aunque fuentes internas no lo confirman.