Agarrados a Diego Mariño y Lucas Boyé

Se confirmó lo dicho por Fran Escribá jornadas antes del partido, cuando señaló que en muchos encuentros no se trata tanto del acierto en la estrategia táctica de elección del sistema, sino de la disposición de los jugadores por llevarla a efecto. En Albacete, apostó de partida por el llamado trivote, con Sergio retrasado, Hongla volcado a la derecha y Villar más adelantado y por la izquierda. Extrañó no ver al camerunés en la zona de corte y su versión fue muy gris. Villar volvió a sus enredos, con los que pierde balones que se convierten en acciones de peligro del rival. A pesar de la apuesta descrita en el centro del campo rojiblanco, el balón fue más del Albacete.

Mariño salvó al equipo de ir por detrás en el marcador, con una intervención llena de reflejos en la primera parte a un cabezazo desde el área pequeña, en un balón muy mal defendido por la zaga rojiblanca, y con una ágil estirada a tiro de Morcillo en la segunda. No creó mucho más el Albacete, a pesar de su dominio, con Rubio muy atento en las ayudas a Löic en sus pugnas con el incisivo Kofane.

Del Granada en ataque, con los titulares sobre el campo, solamente hubo noticias por la banda de Rebbach. Boyé luchaba como siempre, pero sin compañía. Los cambios desde el banquillo, con Stoichkov supliendo sorprendentemente a Rebbach –hasta ese momento lo único salvable en lo ofensivo– y Trigueros por Villar, sobre todo con la presencia del talaverano, hicieron más incisivo al Granada. Stoichkov puso una buena asistencia a Boyé y, en la pugna del punta con Pepe Sánchez, el defensa goleó en propia meta; el consabido gol del ex, pero esta vez a favor del Granada. Seguidamente, una infantilidad local en un pase hacia atrás permitió al jabato argentino Boyé cazar la pelota y asistir magistralmente a Hongla, y el camerunés cerró el marcador.

Una renta excesiva para el juego demostrado sostiene la esperanza rojiblanca de alcanzar los puestos de promoción de ascenso. La próxima visita a Cartagena, con su equipo hundido en la tabla, parece propicia para continuar la racha de victorias. Pero cuidado, que este Granada es poco de fiar como visitante. En partidos similares al del Carlos Belmonte, las acciones puntuales decantaron la victoria para los rivales.