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El director general del Granada, Alfredo García Amado, durante una atención a medios de comunicación anterior. Fermín Rodríguez
«Entiendo la frustración, pero mi obligación es recordar que existe un proyecto a largo plazo»
Entrevista a Alfredo García Amado

«Entiendo la frustración, pero mi obligación es recordar que existe un proyecto a largo plazo»

«Estamos con Alexander Medina, pero esto es fútbol; dependemos de los resultados y todos somos conscientes de ello», argumenta el director general y consejero del Granada sobre el entrenador

Rafael Lamelas

Granada

Miércoles, 6 de marzo 2024, 00:10

El director general del Granada y miembro del consejo de administración del club, Alfredo García Amado, atendió a IDEAL para ofrecer sus argumentos ante la situación de crisis deportiva que atraviesa el conjunto rojiblanco. El dirigente asturiano asume el mal partido en Villarreal y el fastidio que provoca entre los aficionados la temporada que están sufriendo, pero pretende subrayar que la entidad, aunque baje a Segunda división, tiene músculo financiero para salir adelante.

–¿Qué cree que está fallando?

–Los resultados, el rendimiento deportivo de la plantilla que se ha confeccionado tanto en la primera parte de la competición como en la segunda. Los resultados no acompañan respecto a las expectativas que teníamos. Falla el equipo, el 'balón'.

–Está pasando de todo...

–El golpe de Villarreal nos ha dejado a todos tocados... Vi el partido como cualquiera y nos dio un bajón, un golpe en la línea de flotación. El equipo venía compitiendo, con partidos mejores y peores, pero le costaba perder. Sin embargo, la imagen del otro día no correspondió. Parecía que el partido no iba con nosotros. Esto está suscitando, por lo que veo, reacciones excesivamente críticas contra la sociedad en sí, no con el partido, que asumimos. Los jugadores también, no son tontos. Saben que hicimos un muy mal partido. Nosotros también, el entrenador, Matteo (Tognozzi)... No tenemos dudas de que el equipo tendrá que sobreponerse porque hay que competir hasta el último momento.

–¿Y considera que esto se puede solucionar?

–Sí, por supuesto. Internamente hacemos nuestras cosas. La comunicación entre todos es permanente porque es mi forma de ser. Estoy con ellos, viajo con ellos, y todos son conscientes de que esta situación hay que revertirla. ¿Llegaremos al objetivo? Es difícil, no nos vamos a engañar. La situación es compleja, pero la camiseta que representamos y la afición que llevamos detrás merecen que nos dejemos la piel en cada partido. Puedes perder, pero hay que hacerlo con dignidad.

–¿Pero van a tomar alguna medida de fuerza? ¿Mantiene el crédito el entrenador?

–Sí, de momento mantiene el crédito. Estamos con 'Cacique' (Medina) porque además le vemos trabajar en el día a día. Estamos con él, pero esto es fútbol. Dependemos de los resultados y todos somos conscientes de ello. Si no acompañan, todos corremos riesgos.

–Es que siempre cabe la conjetura de que ustedes den la temporada por amortizada y se deje ir al equipo hasta el final sin más.

–Esto nunca con los que estamos aquí. Hasta el último aliento vamos a luchar por no descender. Y luego, si se baja, el club será sólido. Siempre lo digo; desde que llegamos, estamos intentando generar un club consistente a medio y largo plazo. Lo más importante en un equipo es ganar, no cabe duda, pero la sociedad tiene que ser solvente y crecer como organización en aspectos que no siempre se valoran. Nuestro perfil de club implica que si estamos en Primera lo normal es pelear por no descender y si estamos en Segunda, hacerlo por ascender. Ojalá podamos asentarnos en la élite, crecer...

–Pero la afición está fastidiada...

–Y lo entiendo. Nadie esperaba una temporada tan dura. Que íbamos a luchar por no bajar era obvio, pero una tan complicada tampoco la esperaba. A partir de ahí, me gustaría que se entendiera que la apuesta por el Granada es decidida por parte de la propiedad y la dirección.

–Usted ha dicho alguna vez que esta es una empresa de sentimientos. Que cale el concepto de sostenibilidad económica sin victorias deportivas no es fácil. Es que es el peor Granada de todos los tiempos en Primera.

–Evidentemente, en lo deportivo no hemos acertado. Con los límites salariales de los que hemos dispuesto, uno más bajo en verano y el de ahora tras la venta de Bryan, de momento no ha resultado. Veremos cómo acaba la temporada. Sigo confiando en que hay opciones de mantener la categoría. Lo que prima es el fútbol, sé dónde estoy y que hay que defender la camiseta, pero este deporte está cambiando y hay que generar un sector sostenible. Hay que estar con los aficionados, de ahí que nos reunamos con ellos, con las peñas, asumiendo las críticas con educación, porque entiendo el fútbol así. Al aficionado le duele que no se dé la cara, lo ocurrido el domingo. Entiendo la frustración, pero mi obligación es recordar que existe un proyecto a largo plazo.

–¿Hay un problema de fortaleza mental?

–Sinceramente, pienso que no. Se trabajó con un psicólogo en la etapa de Paco (López) y ahora tenemos a otro. No hemos detectado un problema concreto así.

–Se va a reunir con las peñas. ¿Qué les va a decir?

–Queremos escuchar a la gente. Ya lo hicimos la temporada pasada y si en esta no lo he hecho tanto es porque el día a día me ha llevado loco. Es mi manera de entender esto. Es cierto que hemos precipitado el encuentro porque he palpado el malestar en el ambiente, de necesidad de escuchar al club. Tenemos, además, otra iniciativa pensada, abierta a otros aficionados, para aclarar dudas.

–¿Le preocupa algún tipo de protesta en el partido del sábado?

–Ninguna. Asumimos que la gente es libre de expresar como considere sus sentimientos, siempre con educación y respeto. No me reúno con las peñas para que no me silben el sábado. Forma parte de esta profesión y hay que asumir estas situaciones en el sector.

–¿Por qué no han convocado la junta ordinaria de accionistas aún?

–Es un tema interno, pero instrumental. No hay ningún tipo de problema, pues las cuentas están presentadas en LaLiga, no hay riesgos. Es una cuestión formal, sin más.

–Se ha pasado de celebrar un ascenso como campeón de Segunda al, por números, el peor Granada de todos los tiempos en Primera. ¿Qué le dicen desde la propiedad a usted?

–Está preocupada con la situación deportiva, frustrada por la falta del rendimiento esperado, pero lo que transmiten es la tranquilidad y la solvencia del proyecto a largo plazo. Es lo que me tranquiliza como director general. La presidenta (Sophia Yang) está muy involucrada y controla mucho de fútbol, pero está preocupada. Venir de un ascenso para ahora sufrir así... pero nos dan confianza y nos dejan seguir creciendo como club. Mejoramos los departamentos, tenemos un buen clima laboral y se está invirtiendo en infraestructuras.

–¿Tanto usted como Tognozzi se sienten arropados por la propiedad como para pensar que pilotarán la nave la temporada que viene, esté en la categoría que esté? Siempre han cambiado de gestores tras descensos.

–La información que tenemos a día de hoy es que vamos a seguir, pero no puedo hablar por ellos. Nos transmiten continuidad en el escenario en el que estemos.

–¿Se están viendo ya jugadores?

–Eso siempre. La línea entre que un futbolista sea de Primera o Segunda es fina. Estamos diseñando una estructura de 'scouting' tanto nacional como internacional. Según la categoría en la que se milite, habrá unos más claros que otros. Se ve fútbol y se mejora la base de datos.

–Se le ha reprochado que traslade una visión 'dulcificada' de las diferentes planificaciones en los desayunos informativos.

–Soy el portavoz oficial del club y cuando hablo y opino doy esta versión, pero a mí se me nota cuando no se corresponde con lo que pienso. Creo en lo que digo, lo defiendo con pasión. En verano estábamos convencidos de que lo que habíamos hecho estaba bien. Estaba todo consensuado con el entrenador y el director deportivo. Se consideró que con el dinero disponible, que no era tanto porque no se había hecho lo de Bryan, el mercado no nos ofrecía lo que buscábamos, equivocadamente o no. A toro pasado podemos pensar que alguno podría haber aportado. En ese momento entendimos que no. También estaba el tema de Vallejo, un central titular en la primera jornada y que, en circunstancias excepcionales, no ha podido jugar por su problema. Si lo llegamos a saber, quizás habríamos fichado a un central. Lo que no queríamos era fichar por fichar.

–La sensación ahora es que se ha guardado bastante en el mercado de invierno. Que se ha invertido, pero sin grandes hipotecas.

–Del pasado no puedo hablar, pero sé lo que encontré al llegar: un déficit importante. Una descompensación en el límite salarial que nos obligaba a vender por un volumen elevado, y lo conseguimos. Aprendemos de todo y en la gestión, de la mano de Sophia Yang y Javier Aranguren, lo tenemos claro. Hay que gastar, pero con equilibrio para seguir viviendo. Luego habrá opiniones para todos los gustos, que si habría que gastarlo todo... pero si sale mal, el problema de descender pasa a ser grave. Si alguien te asegura que invirtiendo todo te quedas en Primera, probablemente sí, pero esto es fútbol y en ese equilibrio está la toma de decisiones. Tomamos decisiones responsables.

–¿Garantiza usted entonces que, pase lo que pase, el equipo está sano en lo económico?

–Absolutamente. Tendremos que ver el mercado, el límite salarial... Pero la situación es confortable dentro de lo que es un equipo de fútbol.

–¿Cómo va la Ciudad Deportiva?

–Va bien. Trabajamos duramente, modificando cosas para mejorarla, porque es una de mis grandes ilusiones. Mi objetivo es que todos los equipos del club empiecen la próxima temporada allí. Un club como el nuestro da un salto de calidad con ello, entrenando y compitiendo. He mamado la cantera en el Sporting y espero que sea así.

–¿Y lo del estadio? ¿No se puede ni mejorar la imagen exterior mientras se cierra la concesión?

–Hemos hecho muchas cosas en el ámbito interno, pequeñas mejoras, pero sin limitar esa intervención grande que solo es posible con la concesión a largo plazo. Esa inversión importante llegará con ello. Hay interlocución con el Ayuntamiento y soy optimista en el corto o medio plazo.

–¿En qué situación está lo de la Líbero? ¿Se ha abonado la fianza?

–Lo que hemos contado hasta ahora. Tenemos que buscarla y depositar ese dinero. Gracias a nuestra solvencia en la gestión podemos afrontar un golpe de este estilo. En otra situación financiera, esto habría sido muy duro, que lo es, pero se amortigua.

–¿Hubo algún impedimento para poner el partido con el Valencia al día siguiente de la final de Copa? Hace dos años fue así.

–No nos dieron esa opción, no pudimos. Estaba el viernes, en el que el Valencia tenía un partido de viejas glorias en el que jugaba Baraja, el propio entrenador, y al final lo fijamos el jueves. No queríamos dejarlo a criterio de la jueza y que le pasara como al Levante, que tendrá tres partidos en seis días. Tuvimos en cuenta la preparación entre partidos y que nos fijaran el encuentro con el Cádiz el viernes previo.

–¿Por qué no se recurrió que aquel partido con el Athletic se jugara al día siguiente?

–Sinceramente, no se tenía que haber disputado. La premura, el tema de los calendarios, que el Athletic ya estuviera en la ciudad... La jueza de competición estimó que había que jugar al día siguiente. Mi opinión, la personal, es que no se tenía que haber jugado. Empatamos, pero nos dejó una sensación muy triste.

–¿Se mantendrá como 'día del club' el partido con el Madrid?

–Es algo que se valorará en su debido momento.

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