Un equipo para la historia del club

Ante las bajas y el cambio de formato de la competición de plata del fútbol femenino, la dirección deportiva y Lamesa entendieron que había que reforzar al equipo con jugadoras que, como Inés y Carol un año antes, llegasen con experiencia en el balompié norteño. Llegaron la rocosa Gaste, la avispada Ángeles y Naima, cuyo gigantesco reto era suplir a la última '10', Raquel. Naima no sólo ha estado a la altura, sino que ha mejorado en cifras a su predecesora, brillando con luz propia en este ascenso. Dos fichajes importantes fueron el de Lucía Ramos, vertiginosa extrema, y el regreso de Sandra Estévez, a la postre, crucial.

Así, el Granada ha contado con una plantilla capaz de jugar muchos partidos, sin temer el dominio del balón pero sin tampoco necesitarlo exclusivamente para hacer daño. Aunque tardó en carburar, las rojiblancas han demostrado que como conjunto ya tenían nivel suficiente para Primera, sólo que ahora jugarán en ella.

Lamesa sufrió para elegir portera por el gran rendimiento de ambas. Andrea, veterana, fue cediendo poco a poco el sitio a quien la tenía y tiene como referencia, Sandra. Las dos completaron tardes sensacionales, dejando siempre bien resguardada la portería. El desempeño de Sandra, además, ha sido diferencial en los últimos meses. Sobre todo en un 'play off' que pudo haber sido muy distinto si la granadina no hubiera escupido los mano a mano con Iara en Tajonar y Laura en Abegondo.

En defensa la llegada de Gaste ha sido fundamental, sobre todo por su polivalencia. Aunque diestra, la vasca ha ocupado finalmente la zurda ante la evolución maravillosa de Alba Pérez. Nerea Agüero y Carol quedaron como segundas opciones más que decentes. Al igual que la capitana Cristina Moreno, un peso pesado en el vestuario, aunque con menos participación que Marta Carrasco y Postigo. Ambas han acabado siendo una dupla insuperable por tierra y por aire. También llegó en invierno la torre Paula Andújar, aunque no ha jugado demasiado.

En el centro del campo residen muchas de las bondades de este equipo, capaz de ser sutiles con Alicia, cada vez más artista, y el eterno pulmón uruguayo de Pamela, diferencial en la categoría. La charrúa ha sido, probablemente, la jugadora más determinante tácticamente de la Liga. Inés siguió siendo el complemento idóneo para ambas, compartiendo incluso momentos en el trivote, siempre aguerrida y con calidad para jugar.

Otra de las jugadoras sin las que no se entendería a este Granada es Noe, jugadora número doce, comodín eterno para la zona ancha, las bandas o la punta. Su aportación en ataque ha sido de nuevo vital en momentos de menor inspiración arriba.

La triple mediapunta del Granada ha sido, de nuevo, el motor de las ilusiones. La velocidad de Laura Pérez, inmune al dolor, tocada toda la temporada pero siempre dispuesta a sumar; la magia de Lauri, capitana que resurgió en el momento de más necesidad;y la inspiración de Naima, han resuelto con calidad y pundonor la mayoría de partidos. Naima, además, ha sido la pichichi en Liga con 10 goles. En el plano negativo, la lesión de cruzado de Lucía Ramos cuando empezaba a adaptarse. Llegó para suplir su baja Macías, quien ha dejado destellos de calidad, pero también de poca consistencia.

En cuanto a la figura de la delantera, Ángeles, clave con su 'hat trick' a Osasuna en el 'play off', quedó como única opción tras la marcha de Mascaró, a la que ha mejorado. Esfuerzo sin límite.