La errática temporada de Pozo, entre la ilusión inicial y un papel secundario

El último enfrentamiento entre el Granada y el Sevilla Atlético en Los Cármenes, en la primera vuelta de la pasada campaña, dejó un sabor amargo y un nombre. La decepción cundió entre la hinchada rojiblanca que vio cómo su equipo perdía el liderato a manos de un filial que ocupaba el último lugar de la tabla y que se presentó en el estadio rojiblanco sin estrenar su casillero de victorias después de trece jornadas.

Pero aquel partido, celebrado un mediodía de noviembre de 2017, descubrió también a un jugador diferente. Alejandro Pozo no marcó aquel día pero regaló unas cuantas diabluras a la grada. Con apenas 18 años, llevó por la calle de la amargura a la zaga rojiblanca y señaló a Chico Flores, que se hartó de perseguir a un fideo escurridizo que siempre se le hacía humo.

La incorporación de Pozo al proyecto de Diego Martínez cayó muy bien en la parroquia rojiblanca. Talento joven pero con experiencia en la categoría y el sello de profesionalidad que suele otorgar la pertenencia a una cantera como la sevillista. Sin embargo, su temporada ha oscilado entre la ilusión inicial, los problemas físicos y, por último, un escaso peso específico incluso como recambio.

El extremo sevillano ha intervenido hasta ahora en 27 partidos pero solo en trece como titular. De ellos, únicamente dos en la segunda vuelta, el último, en febrero en la segunda derrota del Granada como local (1-2 frente al Deportivo).

Ha marcado cuatro goles, una cifra aceptable para los 1.380 minutos que lleva jugados. Además, casi todos sus goles han sido de oro. Los tres últimos le han dado la victoria al Granada, que ganó con tantos de Pozo al Mallorca, al Almería y al Nástic. El tanto frente a los tarraconenses es el último con su firma y data de la jornada 17, a principios de diciembre.

El buen inicio de campaña protagonizado por el hispalense le abrió las puertas de la selección española sub-21 y en noviembre debutó con la 'Rojita' en un amistoso ante Dinamarca. También tuvo una aparición testimonial en otro choque ante Francia y una inoportuna lesión le impidió entrar en la convocatoria del partido que enfrentó a España con Rumanía en Los Cármenes en marzo, también con carácter amistoso. Al final no ha entrado en la prelista de 25 para el Europeo del seleccionador Luis de la Fuente.

Pozo compitió por un puesto con Puertas en el primer tramo de la temporada, una disputa a la que se sumó Ojeda tras su llegada en el mercado invernal. Los problemas físicos y su caída en el rendimiento se sumaron al aumento de la competencia y el resultado es un papel secundario, por momentos marginal. En los trece últimas jornadas acumula 92 minutos sobre el campo, unas cifras pobres para un futbolista llamado a aportar verticalidad y gol, como demostró. Talento no le falta y en las cuatro últimas jornadas pueden cambiar su suerte.

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