Un escenario para la hazaña

No hay fisuras en el vestuario rojiblanco, más allá de la fatiga arrastrada y de que en LaLiga el Granada lleve seis jornadas sin ganar, aunque siga manejando una renta provechosa respecto a la cola de la clasificación, de nueve puntos. El grupo viajó con todos los futbolistas de la primera plantilla y algunos del filial. Diego Martínez solo descartó a Luis Milla. Roberto Soldado estuvo desde el principio con el grupo, para sorpresa general, decidido a dar el do de pecho. Yangel Herrera comenzó la preparación aparte, aunque con intensidad. Vallejo sí estuvo al margen. Fueron 15 minutos en abierto para la prensa. Luego echaron el candado. No se puede saber si todo siguió igual. Hoy se despejarán las incógnitas.

El once titular se debe de parecer mucho al que saltó de inicio frente a los 'azzurri' en España. Germán, como ocurrió hace una semana, reemplazará a Vallejo, pero desde el principio. Queda la duda del estado de Herrera. El venezolano jugó apenas 14 minutos en Huesca porque sintió unas molestias al entrar de relevo y pidió el cambio inmediato. Conocedor de su cuerpo, no quiso arriesgar y ha conseguido llegar. Soldado también quiere afrontar el reto. Habrá que comprobar si sienta a Jorge Molina.

Si Yangel está en condiciones, Diego Martínez podrá rearmar ese centro del campo con tres integrantes complementarios que tanto impulsan al Granada cuando tienen un día despejado. La fuerza del 'vinotinto' se combina con el liderazgo de Gonalons para ordenar y sacar el balón desde atrás, unidos a un Ángel Montoro capacitado para dar pases punzantes que superan la línea de retaguardia del adversario. Con ellos, la zaga se acomoda mejor y se siente más protegida, porque no hay mejor defensa que una buena gestión del balón.

Con Rui Silva en la portería, Domingos Duarte, Germán Sánchez y Carlos Neva son fijos, mientras que parece razonable que Foulquier ocupe el lateral diestro. Diego Martínez estará muy encima de él para que no cometa ninguna insensatez en un encuentro en el que cualquier error se puede penalizar como una condena a cadena perpetua. Encajar pronto provocaría más de un temblor.

La gran disyuntiva del partido está en el plan a emplear. Si será más o menos ambicioso. Conservar la seguridad se antoja vital con el 2-0 de la ida, pero también toca considerar el valor de un gol fuera de casa. Si el Granada marca, el Nápoles tendría que meter cuatro para pasar la eliminatoria. Las circunstancias incitan a que los rojiblancos no se hundan en la protección, sino que mantengan su personalidad contestataria, presionen al contrario y busquen alguna oportunidad, aunque sea en avances rápidos. Machís y Kenedy supieron explotar su velocidad y lo normal es que lo vuelvan a intentar con esmero.

La instalación es icónica, pero sin sus 'tifosi' pierde influencia. El Granada se sumerge con esperanza en este acto conclusivo, más fiel que nunca a sus principios, agarrado a un destacamento ejemplar de futbolistas que siguen grabando su nombre en los anales, para la posteridad. Noche para héroes, sabiendo que pueden ser 90 minutos o incluso 120 más penaltis. Habrá momentos de cierta placidez y otros de angustia segura. La proporción durante el metraje, solo los dioses del fútbol la conocen. En Nápoles reclaman como suya a una de esas deidades, Maradona. Aquel que un día vistió la rojiblanca, esa vez en vertical, junto a sus hermanos. Mucho se recuerda aquel amistoso con el Malmö, justo el equipo al que el Granada derrotó en la previa final para estar en la fase de grupos de las Europa League. El juego de relaciones con el astro argentino de por medio culmina con este cierre de hoy, para bien o para mal. Llega la hora de los valientes. 'Alea iacta est'; la suerte está echada.