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Dos mil kilómetros y dos horas en avión separan Granada de Atenas, pero en el vestuario del Olympiacos también se habla y mucho de lo que le ocurre al equipo rojiblanco que lleva las franjas horizontales. Allí desembarcó esta temporada Quini tras terminar su contrato, coincidiendo con Youssef El Arabi bajo la dirección de Diego Martínez. Destituido el 'chamán' en diciembre, desde febrero es Fran Rico quien les acompaña como segundo entrenador de José Luis Mendilibar. A ellos se podría sumar desde los despachos a Antonio Cordón, quien supervisase la dirección deportiva del Granada entre 2017 y 2020 a través del grupo Hope. «Tenemos muy presente lo que vivimos allí y seguimos pendientes», aseguran a IDEAL.
Quini, en concreto, se remonta a la reciente remontada en la Conference League frente al Maccabi Tel-Aviv israelí, del 1-4 de la ida al 1-6 de la vuelta para colarse en los cuartos de final de la tercera competición continental de clubes (les espera el Fenerbahce turco), para ilustrar cómo la 'eterna lucha' rojiblanca puede brotar en el Olympiacos. «Sabíamos que iba a ser muy difícil, pero confiábamos en el colectivo y en los grandes jugadores que tenemos porque el resultado de la ida fue demasiado abultado para lo que se vio en el campo. Fue una locura; una noche muy bonita porque aquí el fútbol se vive con mucha pasión y fanatismo», apunta.
«Se vio reflejado esa 'eterna lucha'... yo, al menos, me he sentido muy identificado con ese lema siempre por mi forma de jugar», comparte Quini, quien, en concreto, se está sacando la espinita de jugar en Europa por primera vez en su carrera tras no ser inscrito para la Europa League por el Granada. «No esperaba hacerlo ya a mis 34 años y mira por donde, encima con Diego al principio por cosas por destino», se congratula. Aquel hito rojiblanco del curso 2020/21 fue vivido con alegría por El Arabi a través de Dimitri Foulquier: «Seguimos siendo amigos».
El Olympiacos, tercero en Liga, afrontará próximamente un 'play off' con dos partidos entre todos los seis primeros clasificados por el título. «Todos estamos muy ilusionados porque se nos viene la parte más bonita de la temporada. Esto es como jugar para el Real Madrid o el Barça en España y la exigencia es ganar la Liga», refleja Quini. «Esos partidos dictaminarán el balance del curso, pero de momento estamos muy contentos con cómo está yendo todo», remarca Fran Rico.
Los tres están «sufriendo en la distancia» con el Granada. «Es una pena cómo se está dando la temporada, con lo que costó subir... Mantenemos la esperanza en que puedan darle la vuelta a la situación aunque, siendo realistas, cada vez es más difícil», expresa Quini, quien a veces se siente aún en ese vestuario. «Sigo en el grupo de Whatsapp y hacemos videollamadas desde las salas de los fisios, y tanto a ellos como a (Manolo) Lucena les mando algunas veces fotos con Youssef, que se interesa por el personal que queda de su etapa», desvela.
A Quini le duele aún recordar su salida. «Esperaba algo más del club. Viví momentos duros porque lo di todo por el ascenso con la ilusión de poder seguir al menos un año más y volver a disfrutar de Primera allí. Todos me decían que estaban muy contentos conmigo, pero con el paso de los días me lo fui oliendo y acabé muy decepcionado con personas que me dejaron mucho que desear. Me siento un granadino y un granadinista más. Entiendo que es fútbol, pero opino que las formas fueron injustas conmigo», expresa.
Quini, de hecho, mantiene casa en el área metropolitana junto a las de otros 'ex' del equipo y le encantaría volver incluso para jugar antes de colgar las botas ya que espera que aún le queden «muchos años de fútbol». Por lo pronto está disfrutando de una primera experiencia en el extranjero, algo que tenía «en mente probar» antes de retirarse.
Los tres comentaron recientemente la vuelta de José Ramón Sandoval y Fran Rico y El Arabi recordaron a Quini la permanencia de 2015. «Si nosotros fuimos capaces de conseguir salvaciones agónicas como aquella...», señala quien ahora les dirige. «Sé lo mal que se pasa en esas situaciones y no me quiero imaginar cómo lo estarán pasando ellos, pero todos sabemos cómo es el fútbol y lo bonito que es cuando quiere, y muchas veces te da posibilidades que no te imaginas. Mientras haya opciones, estoy convencido de que pelearán por salvar la categoría», apunta Fran Rico.
El Arabi marcó cuatro goles en las tres victorias de aquella recta final. «Sandoval nos marcó a todos y sabe cómo funciona el Granada. Es un entrenador con mucho carácter, nos ponía a 100; cada partido era una guerra. Era muy cercano y le gustaba hablarnos a la oreja para motivarnos», recuerda, feliz como un niño al rememorar aquellas batallitas contra los que fueron sus ídolos en el Real Madrid o el Barça, a los que enumera. «¿Sigo siendo el máximo goleador del Granada en Primera?», pregunta luego, y aún lo es. «Sandoval nos dio mucha energía e ilusión, y su mensaje en las ruedas de prensa transmite mucho optimismo también. Ojalá contagie a la plantilla y a la afición para generar unión», desea Fran Rico. Lo comprobarán de lejos.
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