La evolución de Bryan hasta firmar por el Bayern

Debutar en Primera división no intimidó lo más mínimo al descarado Bryan, que tiró un sombrero a César Azpilicueta en el que prácticamente fue el primer balón que tocó al máximo nivel pese a viajar al Metropolitano en coche el mismo día del partido tras pasar la jornada anterior con fiebre. Indiscutible para Paco López en el arranque como continuidad de su fantástica recta final en Segunda, con tres goles maradonianos en las tres últimas jornadas, el malagueño se hizo ídolo de Los Cármenes besándose con insistencia el escudo de la bala tras cada gol.

Bryan se estrenó con España frente a Escocia en La Cartuja y, tan regateador como con el Granada, se vio arropado por Álvaro Morata como si fuera un padre. Sin embargo, a su vuelta de aquel sueño y de nuevo enfrascado en la lucha por la permanencia, el rendimiento del malagueño cayó en picado. Bryan ya no se iba de los rivales con tanta facilidad como antes. Cada vez más frustrado por la marcha del equipo, incluso se perdió el último partido de Paco López, en Mendizorroza, al cumplir ciclo de amarillas tras ver una por protestar por segunda jornada consecutiva.

De entre todas las ofertas que a Bryan le surgieron fue el Bayern el que aceptó su petición de seguir en el Granada hasta final de temporada para pelear por la permanencia. No quería dejar tirado al club que apostó por él. Los 15 millones de euros que la entidad ingresó por él amplían su margen para reforzarse en enero. Ahora, en 2024, Bryan quiere volver a ser el mismo que sedujo al Bayern.