Una exhibición coral para salir del pozo

El Granada, que estrenó en Liga la bonita tercera equipación, recuperó su 4-2-3-1, apostando Lamesa por Alicia en un doble pivote que estuvo excelso con el recorrido de Pamela. Por delante, Lauri. La capitana no brilló a su nivel ante el Betis 'B', cuando actuó como referencia, pero volvió a un nivel altísimo en ese puesto de mediapunta que le permite interpretar el juego y conectar al resto de piezas con Patricia Mascaró. La delantera, pichichi del Granada, recuperaba la titularidad con Yurena cubriendo la banda derecha mientras Laura Pérez, recuperada de su lesión, quedaba como revulsivo. Por su parte, no empezaba bien la mañana para las locales. Fati, la portera titular, se lesionaba en el calentamiento y obligaba a Lorena a quitarse el chándal y ponerse los guantes.

El partido comenzó con un ritmo frenético que superó a ambos equipos. Durante diez minutos, ninguna jugadora supo pausar el juego, entrando en un correcalles extraño, dado lo pronto del minutero. Fue en ese partido absurdamente roto donde el Pozoalbense encontró su mejor ocasión de toda la mañana. Nora controlaba un balón en largo que pilló a la defensa aún fría y se plantó ante Andrea. Ahí pudo cambiar el choque, el 1-0 casi se cantaba en la grada hasta que la portera, hoy titular en ausencia de Pi, sacó una mano prodigiosa al remate de la delantera local.

Y es que antes de que Lauri desatara al Granada en ataque, fue Andrea Romero quien mantuvo la serenidad con esa intervención y varios balones aéreos peligrosos al corazón del área de los que supo adueñarse. El cuadro de Lamesa supo contestar pronto con un contragolpe de Yurena. Habilitó a Mascaró, que esperaba el envío sola en el área, relamiéndose los labios cuando una defensora rival rozó el balón lo justo para evitar el disparo de la delantera.

Llegado el primer cuarto de hora, las nazaríes hicieron lo que mejor saben. Secuestraron la pelota e interpretó su guion favorito. Toque a toque, las granadinas interrumpieron ese correcalles y empezó un nuevo partido del que salió encumbrada Lauri. Y eso que no estuvo acertada en los primeros remates. Dos los lanzó a las manos de la portera y en otra jugada, incomprensiblemente, no remató de cabeza un centro de Carol que solo pedía ser empujado. La impotencia se podía ver en la cara de la capitana que, lejos de venirse abajo, empezó a brillar en la recuperación y la creación de juego. No hubo una sola jugada que, a partir de entonces, no mejorara en los pies de Lauri.

Alicia trató de sorprender con una falta a la escuadra que despejó Lorena y Mascaró, agazapada, dejaba que la atención cayese sobre el centro del campo, esperando su ocasión. No tardó en llegar. Un balón botó dos veces ante la inoperancia de la defensa local. Llegó a disputarlo Raquel y, tras varios rechaces, el balón le cayó a una Mascaró desmarcada. Botaba el esférico, manso, lento, en dirección a portería. Solo tuvo que meter la bota un poco por debajo para hacer la vaselina a una Lorena sorprendida. Golazo de la pichichi, que pudo hacer el segundo al minuto, pero pecó de generosa y cedió a una compañera cuando ella ya estaba en posición de golpeo.

Tras el descanso debería haber cambiado la inclinación del campo, con el Pozoalbense asediando a Andrea Romero. Pero fue todo lo contrario. El segundo tiempo destapó el tarro de las esencias y despertó al mejor Granada de la temporada. Preciso en la presión, robando muy arriba con una Alicia inteligentísima, escudada en la Pamela más eficiente posible, las dos laterales instaladas en campo enemigo y Lauri bordando el juego por dentro.

En un balón filtrado de la capitana pudo llegar el 0-2, que no se haría de rogar. Yurena recibía muy abierta y se internaba con el esférico en el área para poner un pase atrás tenso, perfecto. Raquel, que llegaba sorprendiendo con un movimiento diagonal de pura 'killer' remató sin oposición, pero se le fue al poste.

Lauri conectaba con todas, las metía en el partido, las hacía mejores, pero seguía negada ante el gol. Seguramente por eso, ni celebró el fin de su mala racha. Fue en la jugada menos elaborada del duelo. Nerea interceptó a un Pozoalbense empeñado, sin poder hacerlo, en salir jugando desde su cueva. La lateral solo tuvo que poner el pie para ceder a Lauri que se dio la vuelta sola en el pico del área. Su disparo fue colocado al poste largo, imposible para quien le había amargado la mañana. Lo merecía mucho, lo necesitaba más.

La alegría del 0-2 vino acompañada por la reaparición de Laura Pérez. La extremo derecha estuvo fina y mejoró a un ataque desatado. Lauri combinó con ella para desgarrar por completo a la defensa cordobesa. El Granada generó más que nunca y encontró a Mascaró con comodidad, pero la delantera quiso ser más barroca de la cuenta en la definición. El Pozoalbense fue incapaz de hilar dos pases en el campo del Granada, todo ello mérito de las rojiblancas, que leyeron siempre las intenciones de las locales. Las centrales, las dos cristinas, estuvieron impresionantes en el desplazamiento del balón y conviertieron a Andrea en una espectadora más.

La solidez defensiva evitó que se sufriera, porque lo cierto es que un gol del Pozoalbense habría puesto el miedo en el cuerpo y resucitado viejos fantasmas. No llegó por fortuna, lo mismo que no llegó el tercero del Granada. Las rojiblancas, que quitaron el pie del acelerador, seguían llegando casi sin intención de hacer más daño a las locales. Lauri, con una volea en el segundo palo, perdonó el tercero y se lo regaló a Laura Pérez en la última del encuentro. La '7' no llegó a rematar bien por la acertada salida de Lorena, la única que evitó una victoria mayor. Pero ni siquiera hizo falta cerrar una goleada para deleitarse con el juego del mejor Granada en mucho tiempo. Una cita con el gol que servirá seguro de terapia para los siguientes choques y ese duelo en Copa que tan duro se presenta. Pase lo que pase, las de Lamesa podrán acudir siempre a esta mañana en Pozoblanco. Este es el Granada que quieren ser.