Expulsión justa de Álvaro Sanz

Apenas corría el 24, pero la cartulina no podía ser de otro color que rojo, al tratarse del último defensor antes del portero. El Mirandés se quedó en inferioridad casi 70 minutos. En la segunda mitad, Anduva protestó con timidez un posible penalti por agarrón sobre Barbu. En la repetición se aprecia un 'baile' entre él y los centrales rojiblancos sin que el lance parezca suficiente como para señalar pena máxima.

También se pudo juzgar como agresión un puñetazo de Robert López sobre el rostro de Bryan Zaragoza, pero lo cierto es que parece más un gesto fortuito que un intento de agredir al joven granadinista. El partido, a pesar de la expulsión, no tuvo complejidad ni agresividad por parte de ninguno de los dos equipos.