Escribá se reencuentra con Cordero, el último director deportivo que le cesó

Cordero se encontró como entrenador a Fran Escribá, quien había sustituido a Juan Carlos Carcedo. Trabajaron en equipo durante aquella temporada 22/23, en la que los maños concluyeron en la decimotercera posición, con 53 puntos, zona insípida que, pese a todo, no impidió la continuidad del preparador valenciano en el banquillo.

Cordero ya sí tuvo un verano para planificar el nuevo ejercicio junto a Escribá y la cosa no pudo empezar mejor en Liga, con cinco triunfos seguidos. Sin embargo, llegó una mala racha con un mero triunfo y cuatro empates en once jornadas, lo que motivó el despido. Primero le reemplazó Julio Velázquez, con el que tampoco levantó el vuelo el Zaragoza. Concluyó aquella campaña el veterano Víctor Fernández, quien sigue en el cargo.

Cordero ha visitado con asiduidad Granada desde su marcha, donde siempre fue apreciado por su labor. En sus tiempos en el Tenerife, por motivos de calendario veía a rivales de los chicharreros en Los Cármenes. Es una ciudad en la que siempre se mostró feliz, en la que tuvo una primera etapa con aquel extinto Granada 74 y luego con el Granada CF. Ahora, intenta reverdecer laureles con un club histórico que desde 2013 no ha vuelto a pisar la máxima categoría.

En la secretaría técnica tiene a un granadino, David Peláez, a quien también comandó como rojiblanco y que continuó en la entidad hasta el año pasado, cuando se marchó a la dirección deportiva del Lugo. Entre otros éxitos, Peláez contribuyó a armar al Recreativo Granada que alcanzó el salto a 1ª RFEF. Tras su salida, el filial no se adaptó con su planificación a la categoría y ahora compite en 2ª RFEF. Después de lo del Lugo, encontró una oportunidad de trabajar con Cordero de nuevo en categoría profesional, como miembro de su secretaría técnica.